El puerto de Vigo expone esta semana en Conxemar su potencial como líder en importación y exportación de pesca congelada en el mercado español; un mercado que requiere de una alta especialización en logística del frío y que aporta un importante valor añadido a la actividad portuaria.
Vigo es el primer puerto comercializador de pescado para consumo humano a nivel europeo. En los últimos años, gestiona tráficos de pesca fresca, congelada y conservas en volúmenes que rondan las 800 000 toneladas anuales.
Los número no dejan lugar a dudas, con un total de 589.874 toneladas en 2018, este puerto movió casi la tercera parte (31,75%) del total de la pesca congelada de importación y exportación del país.
La potencia de la industria transformadora y el tejido económico local, sitúan al puerto vigués como un enlace estratégico para la cadena de suministro localizada en el noroeste de la península ibérica, sobretodo para el acceso y el tránsito entre Europa y América.
En el litoral de la ría viguesa se ubican un total de 26 instalaciones frigoríficas, con una capacidad de almacenamiento de 829 718 metros cúbicos. Esto supone una capacidad global de congelación de casi 1.000 toneladas al día. A pesar de su liderazgo en el tráfico de mercancía de pesca congelada, la AP de Vigo es consciente de la necesidad de ampliar las superficies destinadas al almacenamiento frigorífico, para que el comercio de los productos de pesca congelada, según demandan los usuarios del puerto vigués no se ralentice.
La Autoridad Portuaria por medio de su Plan Estratégico 2018-2028 contempla estas ampliaciones y propone la hoja de ruta para incrementar su competitividad y reforzar su liderazgo en el tráfico de pesca congelada.