Sin Presupuestos Generales del Estado y sin otra norma de igual rango legal a tiempo, los puertos españoles deberán comenzar el año 2025 con el mismo sistema de tasas aprobado en su día para el ejercicio de 2023.
madrid. De momento, no hay alternativa. A falta de un acuerdo para la aprobación a tiempo delos Presupuestos Generales del Estado, las 28 autoridades portuarias van a seguir en 2025 con su capacidad comercial bloqueada al no poder actualizar su sistema de tasas.
Tres son las vías establecidas ahora mismo para la actualización de las tasas: las cuantías básicas, los coeficientes correctores y las bonificaciones y las tres tienen como cauce normativo preferente los Presupuestos.
EL DATO
30 meses
récord. Desde la creación del sistema portuario de titularidad estatal en 1993, el periodo más prolongado en el que han permanecido los puertos sin capacidad de renovación de sus tasas fue entre julio de 2018 y diciembre de 2020, un periodo de 30 meses en el que se produjeron sendas prórrogas de presupuestos por razones políticas y pandémicas, sin olvidar los seis meses de retraso con los que se habían aprobado los presupuestos de 2018.
Ahora mismo, siguen vigentes los presupuestos de 2023 tras su correspondiente prórroga y, por lo tanto, en 2024 los puertos españoles no pudieron aplicar las tasas previstas para este año en sus planes de empresa y siguieron aplicando las tasas de 2023.
Pues bien, de momento tampoco va a haber Presupuestos nuevos en 2025 y vamos camino de una segunda prórroga y de nuevo los puertos se van a quedar de momento sin aplicar las tasas planificadas en sus planes de empresa, teniendo que volver a ceñirse a lo fijado para 2023.
Sin Presupuestos Generales del Estado, podría haberse intentado aprobar las tasas por otro vía mediante una norma de igual rango legal. No obstante, desde el Organismo Público Puertos del Estado se ha subrayado a Diario del Puerto que “de cara al 1 de enero de 2025 no va a haber ninguna tentativa normativa porque sería imposible tramitar por tiempos”.
Por tanto, desde OPPE se asume que “arrancaremos 2025 con las tasas de 2023 y, mientras no haya Presupuestos o alguna norma de igual rango legal que permita la modificación, no habrá actualización de las tasas”.
Qué dice la ley
Los cauces normativos de modificación de las tasas portuarias se recogen en el Texto Refundido de la Ley de Puertos, donde se establece que las cuantías básicas de las tasas “podrán ser revisadas en la Ley de Presupuestos Generales del Estado o otra que, en su caso, se apruebe a estos efectos”. Para el caso de los coeficientes correctores, la fórmula es muy similar al señalarse que los coeficientes “se establecerán con carácter anual en la Ley de Presupuestos Generales del Estado o en la que, en su caso, se apruebe a estos efectos”. De igual forma, para la aprobación de las bonificaciones a las tasas se establece que “en la Ley de Presupuestos Generales del Estado o en la que en su caso, se apruebe se incluirán las bonificaciones asignadas”.
Frente al dinamismo de la actividad portuaria y del conjunto de la cadena logística, el hecho de que tras 24 meses (dos años) haya que seguir aplicando las mismas tasas sin posibilidad de momento de adaptación alguna, se convierte en una importante rémora que, además, choca con la planificación del Marco Estratégico 2030 del sistema portuario, que contempla precisamente una importante reforma del sistema de tasas.
El hito más significativo de esta reforma precisamente está fijado en 2025, año en el que la planificación del Marco Estratégico establece la aprobación de una “modificación técnica de aspectos puntuales de la actual regulación en materia de tasas portuarias”, así como la aprobación de “nuevas directrices de contabilidad analítica y de diseño de incentivos a ser aplicados a las tasas portuarias”.
Todo ello en un proceso que antes de 2030 debe llevar a una reducción de las tasas en conjunto del 12%, siempre calculando un tráfico estimado al finalde la década de 680 millones de toneladas en el conjunto del sistema portuario.
El espíritu de esta reforma, según el Marco Estratégico es “ajustar mejor ciertas tasas a la realidad económica de cada puerto y de cada tipo de tráfico; asumir un horizonte de tasas portuarias más reducidas, bajo la condición de que tal reducción no merme la capacidad inversora de las autoridades portuarias; y alinear las bonificaciones de las tasas a los criterios de actuación del Marco Estratégico, enfatizándose la contribución a la sostenibilidad y a la digitalización”.
De esta forma, van a confluir en 2025 por un lado la necesidad urgente de actualizar las tasas portuarias y, por otro lado, la importancia de reformarlas. Veremos cuánto margen da el escenario político para todo ello.