El motor del ascenso fueron los graneles sólidos, doblando las toneladas de 183.000 en 2020 a 369.114 este año. Las mercancías con mayor crecimiento en esta categoría fueron las agroalimentarias en general, destacando el maíz y las harinas. Otros graneles sólidos con cifras notables fueron el cuarzo y también dos descargas singulares de 10.000 toneladas de sal procedentes de salinas del sur de España, destinadas a paliar los efectos de los grandes temporales, especialmente “Filomena”, en las carreteras del norte peninsular.
Agroalimentarios
El buen comportamiento de los graneles agroalimentarios pone de manifiesto la consolidación del Punta Langosteira como principal centro logístico del noroeste español en movimiento de estas mercancías, que son la materia prima para la fabricación de productos compuestos de alimentación animal con destino a la cabaña ganadera y avícola, lo que supone la generación de cientos de puestos de trabajo y un motor de desarrollo para un sector estratégico en Galicia.
Respecto a los graneles líquidos, se registró un descenso del 9%, al pasar de 661.314 a 602.284 toneladas, si bien, a pesar de las restricciones a la movilidad, que no se daban en enero de 2020, se aprecia una tendencia a la recuperación de este sector crucial en el Puerto coruñés. De hecho, el crecimiento de productos refinados se situó cerca del 30%, superando las 321.000 toneladas. En cuanto a mercancía general, se aprecia un descenso vinculado fundamentalmente al tráfico de madera.