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La Asociación Vizcaína de Capitanes de la Marina Mercante cierra los actos de su 50 aniversario con una mesa redonda

El transporte marítimo pronostica un futuro eléctrico pero sin horizonte definido

El programa de actividades organizado por la Asociación Vizcaína de Capitanes de la Marina Mercante (AVCMM) en conmemoración de su cincuentenario se cerró en la tarde del martes en Bilbao con una mesa redonda que debatió los retos de la Marina Mercante y su posición ante los cambios disruptivos presentes y futuros en el transporte marítimo.

BILBAO. Con el título de “¿Disrupción en el Mundo Marítimo?”, que según explicó el presidente de la AVCMM, Patxi Odiaga, “es provocador pero ajustado a lo que se va a vivir en los próximos años en el mundo de la mar, con una fecha no tan lejana la de 2030 en el horizonte”, asuntos de máxima actualidad e interés como la sostenibilidad y el medio ambiente; los nuevos combustibles; los avances tecnológicos y en especial en el campo de los buques autónomos y la inteligencia artificial; la siempre indispensable vertiente académica y formativa, así como la necesidad de fomentar el acceso de las nuevas generaciones a una profesión que atraviesa actualmente una crisis de vocaciones, fueron debatidos en una dinámica mesa redonda que contó con la activa participación del público que acudió a Itsasmuseum.

La industria marítima es objeto de una auténtica revolución tecnológica, y como se puso de manifiesto en la jornada, las administraciones “tendrán que adelantarse en la modificación de los distintos convenios, así como, el desarrollo de normas y reglamentos para no frenar este proceso de profundos cambios”.

Nuevos combustibles

Moderada por el presidente de la AVCMM, Patxi Odiaga, la mesa redonda estuvo integrada por el Capitán Marítimo de Bilbao, Carlos García; el subdirector de Enseñanzas Náuticas de la Escuela de Ingenieros de Bilbao, Javier Sánchez-Beaskoetxea; Jesús María Puelles, General Manager Ibérica & Africa Marine Power Sales de Wärtsilä, y Carolina Ruiz, Team Leader en DNV GL.

El cierre de la jornada y de los actos conmemorativos del 50 aniversario de la AVCMM estuvo protagonizado por el presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao, Ricardo Barkala.

Tras intentar delimitar al alcance del término “disrupción”, que encuentra muchos matices, desde la evolución rápida hasta la transformación sin precedentes, el debate centró buena parte de su duración alrededor de la sostenibilidad y los nuevos combustibles en el transporte marítimo. En este sentido, Carolina Ruiz, de DNV GL, comentó que esta búsqueda de nuevos combustibles por parte de los armadores en su intento de cumplir con las exigentes normativas medioambientales es una de las dos grandes tendencias actuales en la industria, junto a la necesidad de una mayor seguridad.

El representante del fabricante de motores Wärtsilä, Jesús María Puelles, repasó los proyectos con distintos combustibles en los que está involucrado la compañía, mayoritariamente con GNL, pero también con metanol, hidrógeno, o mezcla de ambos. “Hemos retrasado las pruebas con amoníaco”, dijo, mencionando sus problemas de toxicidad y corrosión.

Buques autónomos

Como fabricante de motores, Wärtsilä ve el futuro como una mezcla de combustibles”, dijo Puelles, quien añadió que estos nuevos combustibles serán “carísimos” y que “el futuro será eléctrico pero no se sabe cuándo”. A este respecto, comentó que las baterías son “la peor forma de almacenar energía” y que el mayor reto es su almacenamiento.

El tema de los buques autónomos fue abordado por el capitán marítimo de Bilbao, Carlos García, quien se refirió a los estudios exploratorios de la Organización Marítima Internacional en relación sobre la reglamentación de seguridad de estos buques y los cuatro grados de autonomía establecidos para los mismos. En este sentido, hubo consenso en que el Grado 4 de buque totalmente autónomo, en el que sistema operativo del buque es capaz de tomar decisiones y de determinar acciones por sí mismo, es difícilmente realizable, pero no así los tres restantes.

En el apartado medioambiental, García apuntó a la captura de carbono como una tecnología eficaz pero que plantea retos en torno a la capacidad de los buques, que deberían contar con espacios dedicados y que se verían obligados también a efectuar más paradas en puerto.

$!El presiente de la Autoridad Portuaria de Bilbao, Ricardo Barkala, clausuró los actos del 50 aniversario de la AVCMM. Foto J.P.

Barkala: “el sector habla alto y claro”

En la clausura de la jornada, el presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao, Ricardo Barkala, destacó el año 1956, con la irrupción del contenedor en el transporte marítimo, como uno de los momentos más disruptivos de un sector que hoy se enfrenta a retos cruciales, especialmente en el ámbito de la transición energética. “No hay nada seguro al respecto”, dijo Barkala, quien a pesar de calificar a la Administración como un “barco muy lento y torpe”, destacó los avances que la Autoridad Portuaria de Bilbao ha realizado en este terreno, con la electrificación de los muelles como uno de sus ejemplos más notables.

El presidente del Puerto de Bilbao, capitán de la Marina Mercante, cerró los actos conmemorativos del 50 aniversario de la AVCMM, con indisimulada satisfacción y reconociendo también que el sector “habla alto y claro”.

La necesidad de estimular las vocaciones

El tema de la formación y las nuevas vocaciones ocupó una buena parte del tiempo con los representantes de la Administración, con el capitán marítimo, Carlos García, y de la Universidad, el subdirector de Enseñanzas Náuticas de la Escuela de Ingenieros de Bilbao, Javier Sánchez-Beaskoetxea, abogando por la colaboración interinstitucional como palanca de refuerzo de la formación y de las prácticas de los alumnos.

Como quedó de manifiesto, las escuelas de Náutica deberán adecuar las enseñanzas que imparten y las empresas tendrán que tomar decisiones estratégicas para evitar quedarse en el camino ante los cambios que se avecinan.

Jesús María Puelles, de Wärtsilä, expuso que la compañía tiene problemas de contratación de profesionales y fue claro al decir que, con frecuencia, se habla de forma “nostálgica” del mundo de la Marina Mercante, cuando es necesario “transmitir lo bonito del mundo marítimo, la pasión y las ganas de conocerlo a la gente joven, para que sepan que merece la pena estudiar para trabajar en la mar”.

Javier Sánchez-Beaskoetxea, de la Escuela de Náutica de Portugalete, defendió la labor formativa que realizan las instituciones académicas y se mostró moderadamente satisfecho por el nivel de matriculaciones, aunque también fue claro al exponer que los presupuestos de las universidades públicas no alcanzan a destinar las partidas necesarias para mejorar dicha formación, poniendo como ejemplo el alto coste de los simuladores.