En el transcurso de la celebración de la 5 Edición de la "Noche de las Infraestructuras", organizada por el Consejo Asesor de Infraestructuras de Cataluña, presidido por Francisco Gutiérrez, y que ha tenido lugar en el auditorio de Fomento del Trabajo, se ha concedido el Premio a la Mejor Infraestructura 2020 a la nueva terminal de graneles sólidos de ICL Iberia en el Port de Barcelona.
La nueva Terminal ICL-Poer de Barcelona está formada por un conjunto de edificaciones e instalaciones para descargar, almacenar y cargar barcos de material de potasa y sal, que provienen de las comarcas interiores de Catalunya.
El promotor de la obra ha sido la empresa ICL Iberia, y la inversión ha sido de un importe de 70 millones de euros, en unos terrenos concesionados en el Port de Barcelona durante 35 años. La construcción ha sido desarrollada por la Unión Temporal de Empresas (UTE) de Dragados S.A. y ACSA Sorigué. Esta infraestructura se hizo bajo el proyecto hecho por IDP Ingeniería y Arquitectura, y con la dirección de obra, NTI Projects & Construction Management.
Este ha sido un proyecto que abarca 80.500 metros cuadrados, que amplía el almacén de potasa hasta 120.000 toneladas (ampliables a 160.000) y hasta 100.000 toneladas respecto al almacén de sal (ampliables hasta 140.000).
Esta construcción refuerza la apuesta por el ferrocarril, para llevar el material al Port, doblando la cantidad de mineral que se transportará por vía ferroviaria, hasta el millón de toneladas, y aumentando la capacidad de carga anual en barco, de 800 mil toneladas a 4 millones. También se incrementa la capacidad de carga en barco al poder cargar 2 barcos, -un de 70.000 toneladas y otro de 30.000-, frente a los 25.000 que se hacía antes de la terminal nueva.
Adicionalmente, hay que señalar también las mejoras medioambientales, con un uso más intensivo del ferrocarril, por un lado, y con los nuevos sistemas de captación del polvo en los puntos de carga y descarga, además de que las galerías externas son totalmente cerradas, y la generación de electricidad por placas fotovoltaicas instaladas en la cubierta de los edificios.
El jurado quiere poner en valor en este proyecto, dos ámbitos relevantes, como son la colaboración público-privada, con una participación activa desde hace tiempo de Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluya y el Port de Barcelona, y la apuesta renovada que la empresa ICL Group hace por medio ferroviario, y también para la mejora medioambiental que las nuevas instalaciones suponen. Este es un factor clave, cada vez más relevante, tanto con el programa Next Generation, que próximamente se desplegará, y con el ansiado Corredor Mediterráneo.