Representantes de los sindicatos de estibadores que forman parte del comité de empresa de Bilboestiba CPE y de las empresas que lo constituyen se citaron ayer a las 12:00 horas para abordar una negociación in extremis de cara a evitar la huelga convocada por la totalidad de los sindicatos entre el 9 y el 25 de octubre. Pasadas las 17.00 de la tarde, la huelga seguía en pie, aunque la última decisión quedaba a expensas de un último encuentro entre las partes.
A pesar de que la cuestión de la disolución del CPE se aparcó, los sindicatos no han cedido en su presión y encaraban la jornada previa al inicio de la huelga con el resto de peticiones sobre la mesa, centrados especialmente en la negociación del convenio colectivo y el mantenimiento del empleo
Al cierre de esta edición, la negociación seguía su curso sin que ninguna de las dos partes hubiera comunicado el estado de la misma o la existencia de avances significativos que pudieran hacer pensar en una desconvocatoria de la misma, como ya ocurrió el pasado mes de agosto, cuando el preaviso de huelga presentado fue levantado a tiempo con una desconvocatoria.
Competencia
Sin embargo, el tiempo transcurrido desde entonces no ha servido para acercar posturas entre las partes; más bien, para añadir un elemento más de desacuerdo como fue el intento del banco empresarial de iniciar el proceso de disolución de Bilboestiba CPE, que precisamente era el primero de los puntos recogidos por los sindicatos en su propuesta de negociación y cuya retirada exigía a las empresas.
Sin embargo, a pesar de que la cuestión de la disolución quedó aparcada, los sindicatos no han cedido en su presión y encaraban ayer la jornada previa al inicio de la huelga con el resto de peticiones sobre la mesa, centrados especialmente en la negociación del convenio colectivo, el mantenimiento del empleo, el incremento de las contrataciones, o la excesiva eventualidad y la precariedad laboral como denuncias, según lo recogía el preaviso presentado ante la Dirección de Trabajo del Gobierno Vasco.
En las últimas fechas, la Autoridad Vasca de la Competencia (AVC) formuló una advertencia a los sindicatos en caso de que la convocatoria de huelga fuera adelante, recordando que la misma “vulnera la competencia en el Puerto de Bilbao”.
Según la Autoridad Vasca de la Competencia, a diferencia de la huelga desconvocada en agosto, este preaviso de huelga “no afecta solo a las labores estrictamente de la estiba, sino también a otros servicios comerciales y trabajadores fuera del ámbito de la estiba, lo que puede tener importantes implicaciones desde el punto de vista de la competencia”.
Desconfianza
Asimismo, la AVC considera que, de acuerdo a la doctrina de los tribunales estatales y de la UE, “los convenios colectivos entre representantes de empresas y trabajadores no quedan automáticamente excluidos de la aplicación de las normas de competencia y de las normas del Tratado de Funcionamiento de la UE sobre libertad de establecimiento y libre prestación de servicios”.
Con todos estos condicionantes sobre la mesa, sindicatos y empresas apuraban ayer las últimas horas previas a la entrada en vigor de la convocatoria de huelga bajo el signo de la desconfianza mutua.
Fuentes sindicales consultadas por este Diario, mostraron días atrás su firme determinación a llevar esta vez la huelga adelante, tras el “nulo resultado” del “talante negociador” mostrado en agosto, cuando los sindicatos acordaron desconvocar la huelga para favorecer el diálogo.
Fuentes sindicales consultadas por este Diario mostraron días atrás su firme determinación de llevar esta vez la huelga adelante, tras el “nulo talante negociador” mostrado en agosto por las empresas, cuando los sindicatos desconvocaron la huelga “para propiciar el diálogo”
“El momento menos oportuno”Desde diversos ámbitos de la comunidad portuaria de Bilbao se apela al diálogo y al acuerdo, teniendo en cuenta el grave perjuicio que una huelga tendría en la actividad del Puerto de Bilbao, en su reputación y en la actividad económica de colectivos profesionales ajenos a la estiba, así como de industrias y empresas cargadoras que requieren de una logística fiable para su normal desarrollo. Desde estos mismos ámbitos, entre los que se incluye UniportBilbao, con su presidente Jaber Bringas a la cabeza, se incide también en lo inoportuno del momento para llevar a cabo una huelga en plena pandemia de Covid-19, que ya está lastrando gravemente la competitividad de muchas empresas y la economía de millones de familias.
La Asociación de Consignatarios de Buques y Estibadores del Puerto de Bilbao (ACBE), consideró que la presentación del preaviso de huelga tiene implicaciones comerciales “serias” y supondrá que “muchas cargas opten por otros puertos por no tener garantizada la cadena de suministro en el Puerto de Bilbao”. ACBE lamentó que la huelga perjudica a los intereses no sólo del Puerto de Bilbao, “sino de cualesquiera de los trabajadores que allí desempeñan su labor, desde los propios estibadores al personal de consignación, y en general a todos y cada uno de los eslabones de la cadena del puerto, incluidos los clientes que exigen una garantía de servicio”.