Desde el 14 de octubre, han entrado en vigor en Estados Unidos las tasas portuarias anunciadas por la Oficina del Representante de Comercio (USTR) en el marco de la investigación sobre la industria de construcción naval china. Estas medidas afectan a los buques con participación, propiedad o construcción vinculada a China, y suponen un nuevo episodio en la escalada comercial entre ambos países.
VALENCIA. En concreto, los operadores de buques chinos deberán abonar 50 dólares por tonelada neta de buque, cantidad que aumentará gradualmente hasta 140 dólares en abril de 2028, con independencia del país de construcción. Los buques construidos en China operados por empresas no chinas estarán sujetos a tasas equivalentes al mayor de los dos importes siguientes: 18 dólares por tonelada neta o 120 dólares por contenedor descargado, que se incrementarán hasta 33 y 250 dólares, respectivamente, en 2028.
Asimismo, todos los car carriers de construcción extranjera (incluidos los no fabricados en China) deberán pagar 46 dólares por tonelada neta, tras una modificación publicada el pasado 10 de octubre, actualmente abierta a consulta pública hasta el 12 de noviembre. Aunque la tasa ya ha entrado en vigor, su pago puede aplazarse hasta el 10 de diciembre.
Entre las exenciones figuran los buques que operen en tráficos de corta distancia (menos de 2.000 millas náuticas), los portacontenedores de hasta 4.000 TEUs y los buques de hasta 55.000 toneladas de peso muerto o con capacidad individual a granel de 80.000 toneladas de peso muerto o inferior.
Está previsto que estas tasas se revisen semestralmente, en función de los resultados de la investigación sobre la industria naval china y de las negociaciones con aliados europeos y asiáticos.
Respuesta china
Como respuesta, el Ministerio de Transporte chino anunció el mismo día el inicio de tasas portuarias equivalentes aplicables a buques estadounidenses. Estas se cobrarán en cuatro fases anuales, comenzando con 55 dólares, que aumentarán hasta los 155 en abril de 2028.
En concreto, las tasas chinas afectan a buques propiedad u operados por compañías, organizaciones o individuos estadounidenses, así como a aquellos con participación estadounidense igual o superior al 25% en el capital o los derechos de voto. También se incluyen los buques bajo pabellón estadounidense, y los barcos construidos en Estados Unidos.
Sin embargo, en un cambio de última hora, Pekín eximió del pago a los buques construidos en China, incluso si son propiedad o están operados por empresas estadounidenses o enarbolan pabellón de Estados Unidos. También estarán exentos los buques en lastre que entren a astilleros chinos para reparación.
El ministerio chino precisó que las tasas se aplicarán solo en el primer puerto de escala en China y no se cobrarán más de cinco veces por año y buque, iniciando el ciclo de facturación anual el 17 de abril.
Estas medidas recíprocas reflejan el deterioro de las relaciones comerciales entre ambos países y podrían tener un impacto directo sobre las escalas de buques con participación mixta, especialmente en el tráfico transpacífico y de vehículos entre Asia y Norteamérica.