Javier Vidal calificó 2015 como un nuevo año "de transición", igual que lo han sido los anteriores, aunque en el ejercicio que está a punto de acabar se ha logrado un sensible incremento de jornales de estiba en el Puerto de Barcelona, a diferencia de lo ocurrido en 2014, cuando se cerró el año con cifras ligeramente inferiores a las de 2013.El repunte experimentado en la contratación de Estibarna permite a las empresas estibadoras encarar 2016 con una perspectiva optimista en cuanto a la actividad de éstas. Aunque el sector se va a encontrar con un escollo importante: la necesidad de aplicar la sentencia del Tribunal de Luxemburgo.Tal y como hizo la semana pasada, durante su intervención en el cóctel de Navidad de la comunidad logística portuaria de Barcelona, Javier Vidal reconoció que "hemos perdido el tiempo" durante este año en relación con la reforma de la estiba a que obliga dicha sentencia.El presidente de Estibarna hizo un sincero ejercicio de autocrítica al asegurar que "después de más de 20 años protestando", y ahora que ha llegado la oportunidad que esperaban, "no hemos movido ni un solo dedo" y lamentó que, tras los resultados electorales del pasado domingo, "ahora tampoco será el momento político adecuado" para impulsar las reformas que las empresas desearían.Javier Vidal concluyó vaticinando que "me temo lo peor en 2016. Nos tiraremos de los pelos por no haber hecho nada en 2015".