En su intervención ante los asistentes al mayor certamen crucerístico del continente, Pierfrancesco Vago, presidente de CLIA Europa, destacó que en el último ejercicio “el crecimiento de la industria de cruceros en Europa ha disminuido en comparación con años anteriores y, aunque la tendencia a largo plazo sigue siendo positiva, el futuro podría ser aún más brillante”.“Necesitamos abordar urgentemente una serie de limitaciones críticas si queremos asegurarnos de que la industria de cruceros continuará siendo un contribuyente sólido para la economía de Europa”, dijo Vago.En primer lugar, Vago alertó de la necesidad de ampliar aún más las infraestructuras portuarias.“Muchos puertos están trabajando para estar al día con el rápido crecimiento de la industria de cruceros, pero necesitamos una inversión en la actualización de la infraestructura portuaria en toda Europa, lo que serviría para abrir nuevas rutas y destinos y potenciaría aún más el impacto económico de la industria en tierra. Tenemos que asegurarnos de que cada vez más puertos europeos tengan las instalaciones adecuadas que permitan a los cruceros descargar aguas residuales en tierra”, dijo Vago.En segundo lugar, el presidente de CLIA Europa lamentó la aplicación desigual en los distintos puertos de la legislación de la Unión Europea.Según Raphael von Heereman, secretario General de CLIA Europa, “la manera en la que se aplican ciertas partes de la legislación de la UE en toda Europa se puede comparar con una tela cosida con retales, lo que está afectando a la capacidad de optimizar la eficiencia operativa de nuestros barcos”.“La Directiva del Azufre de la UE es un buen ejemplo. Mientras que las líneas de cruceros invierten en costosos sistemas de depuración de gases de escape para cumplir con la Directiva, sigue sin estar claro en qué puertos podrán utilizarlo. Los Estados miembros de la UE deben centrarse en alinear la aplicación de la legislación europea en todos sus puertos para evitar esta confusión”, dijo Von Heereman.Por último está la necesidad de permitir a un mayor número de turistas de terceros países visitar Europa.Según Von Heereman, “Europa es una de las regiones más restrictivas del mundo en cuanto a requisitos de visado para los ciudadanos extranjeros y, como consecuencia de ello, estamos perdiendo seis millones de potenciales turistas cada año en un momento crucial para la recuperación económica. La propuesta de reforma del código de visados de la UE es un comienzo vital pero hay que implementar ya la nueva legislación o corremos el riesgo de privar a la Unión Europea de aún más ingresos”.