Y estas son solo algunas de las cifras, nada desdeñables, que aparecen en el informe. Entre otros aspectos, la actividad crucerística que se desarrolla en el Puerto de Barcelona permite mantener 6.759 puestos de trabajo y genera unas rentas fiscales de 152 millones de euros.Y aunque la ciudad de Barcelona es la principal beneficiaria de esta potencialidad económica, con una facturación diaria de 1,7 millones de euros procedente de los cruceros, lo cierto es que los beneficios se extienden también al resto de Catalunya, donde dicha facturación asciende a un total de 2,2 millones de euros diarios. Así lo subrayó ayer Jordi Suriñach, catedrático de Economía Aplicada y director del AQR-Lab, durante la presentación de los resultados del estudio, donde estuvo acompañado por el presidente del Puerto de Barcelona, Sixte Cambra, y por el director general de Turisme de Barcelona, Jordi William Carnes.Suriñach destacó durante la presentación que, además de los datos meramente económicos, hay que tener en cuenta otros aspectos, como el hecho de que los cruceros permitan la creación de "nuevas oportunidades de negocio" en Barcelona, enfocadas a satisfacer la demanda que genera esta industria.También Sixte Cambra y Jordi William Carnes destacaron los interesantes beneficios que se derivan de esta actividad, que fue calificada por el presidente del Puerto de Barcelona de "relevante, prioritaria y estratégica" para el enclave.El informe encargado por la autoridad portuaria catalana también desvela que el gasto director de la actividad crucerística del puerto asciende a 442,5 millones de euros anuales, mientras la facturación indirecta e inducida asciende a 353,5 millones de euros.
Más beneficiosPero el sector de cruceros no solo impacta positivamente en el puerto y en la ciudad. Otros efectos catalizadores de la actividad de cruceros del Puerto de Barcelona impactan sobre el Aeropuerto de El Prat, que se ha visto beneficiado por esta actividad con un incremento de pasajeros y de vuelos intercontinentales.Así, según el estudio, 21,8 millones de facturación directa del Aeropuerto de El Prat se debieron, el año pasado, a los cruceros. Y también se han visto beneficiados otros sectores, como el transporte terrestre de viajeros, que tiene una demanda sostenida durante el año, manteniendo así los puestos de trabajo.