La imagen de un crucero en los muelles de Palamós, puerto tradicionalmente dedicado a la pesca y a la náutica deportiva, se ha hecho ya habitual. Por eso no sorprendió el sábado la llegada de un nuevo crucero, ni siquiera por ser éste el segundo gran crucero, por capacidad de pasaje y dimensiones del buque, que visita el enclave. Se trata del "Mein Schiff 2", que llegó al puerto catalán durante una ruta de diez noches or el Mediterráneo, procedente del puerto francés de La Seyne-sur-mer, y que partió el domingo con destino a Ibiza. Un total de 2.085 pasajeros llegaron a Palamós de la mano de este buque, que dejó ver su impresionante figura durante algunas horas en el muelle de Palamós .