Así lo pusieron de manifiesto distintos ponentes de la Cumbre, que este año celebraba su octava edición en el marco del SIL. El director general del Puerto de Barcelona destacó que, en un escenario marcado por la volatilidad y los cambios en los ejes comerciales, los puertos del Mediterráneo tienen una interesante oportunidad de posicionarse como centros de las grandes rutas comerciales, tanto por el sustancial aumento de protagonismo de la ruta Asia-Europa, con un movimiento anual de 20 millones de TEUs, el triple que la ruta trasatlántica, y por "el importante margen de crecimiento que tenemos para equilibrar las cargas con el norte de Europa".José Alberto Carbonell añadió que "el futuro del Mediterráneo no es de un solo puerto, sino de todos aquellos que estén preparados y que creen un sistema logístico eficiente", un aspecto este último que también resaltó Carlos Borreguero, director de la asesoría financiera Avering, quien recordó que "los puertos con ZAL tienen más ventajas competitivas que aquellos que no se integran en la cadena logística de producción, transporte y distribución".Y este es, precisamente, uno de los aspectos que más valoran los posibles inversores: la integración de las infraestructuras portuarias en la cadena logística, así como su eficiencia en productividad, seguridad y competitividad, añadió Borreguero.El representante de Avering puso de manifiesto las dificultades que hay en la actualidad para encontrar inversiones del calibre de las requeridas por las infraestructuras portuarias debido a la crisis financiera internacional y el consiguiente descenso de la liquidez bancaria, "lo que ha reducido drásticamente el interés y la capacidad para financiar grandes proyectos de infraestructuras" de la forma "tradicional.Serafettin Asut, presidente de la comisión de Logística y Transporte de la Asociación de Cámaras del Mediterráneo (Ascame), encargado de inaugurar la Cumbre junto a José Alberto Carbonell, también apostó por la colaboración en el Mediterráneo. "La cooperación regional es un deber", remarcó Asut, y añadió que "nuestros rivales en el nuevo mundo serán Asia y América. En el Mediterráneo, debemos cooperar y compartir nuestras experiencias" porque "no podemos seguir viviendo unos contra otros", concluyó.