Este es el punto de vista que tiene la European Sea Ports Organisation (ESPO) sobre el Libro Blanco de Transportes de 2011, que ahora la Comisión Europea (CE) quiere someter a revisión para ajustar el documento a las necesidades actuales.Isabelle Ryckbost, secretaria general de la ESPO, avanzó durante la conferencia anual de la asociación celebrada en Atenas, la postura de la organización, que ha sido consultada por la CE. Una de las propuestas más destacadas que hace la ESPO es la necesidad de "levantar las fronteras marítimas de la Unión Europea (UE)" ya que "de todos los modos de transporte, el mercado interno para el transporte marítimo es el menos desarrollado".Por ello, la ESPO demanda promover la estandarización de los requerimientos burocráticos, una mejor cooperación entre las autoridades marítimas y aduaneras de los diferentes Estados miembros y cooperación entre las direcciones generales europeas DG Move y DG TAXUD, así como con las autoridades aduaneras estatales, con el fin de hallar una solución para dar a la carga marítima estatus europeo.A juicio de la ESPO, hay tres principios básicos importantes para alcanzar un sistema de transportes competitivo y eficiente: coherencia y coordinación entre la política de transportes y el resto de políticas de la UE; la necesidad de trabajar con una visión a largo plazo y garantizar que las medidas de la UE se enmarcan siempre en un contexto global, explicó Isabelle Ryckbost.Las propuestas y prioridades identificadas por la ESPO y que ésta transmitirá a la CE con el fin de adecuar el Libro Blanco a la realidad incluyen la necesaria autonomía de los puertos para fijar precios y para definir los niveles mínimos de calidad de sus proveedores de servicios; un marco estable y pragmático para atraer inversiones; y garantías de transparencia financiera cuando los puertos reciben fondos públicos para sus infraestructuras y operaciones.La ESPO también subraya la necesidad de que el mapa de redes transeuropeas de transporte adoptado en 2013 se mantenga como la piedra angular de la política europea de infraestructuras para las próximas décadas.Y, como destacó la secretaria general de la asociación, la ESPO está totalmente en contra de la intención de la Comisión Europea de internalizar costes por la polución y el ruido en los puertos. Para esta asociación, la internalización de estos costes externos por parte de los puertos supondría que éstos deben soportar injustamente los costes externos de las industrias que en ellos operan, costes que son a menudo soportados por los negocios individuales a través de su legislación sectorial y sus regímenes de tasas.Por último, Isabelle Ryckbost recordó la necesidad que tiene el sector europeo de transportes de exprimir las posibilidades que aporta la digitalización. El incremento esperado en los tráficos de mercancías es de tal magnitud que la creación de nuevas infraestructuras no será suficiente. "Es necesario hacer un mejor uso de la capacidad existente", insistió la secretaria general de la ESPO.La asociación europea está convencida de que "un uso más eficiente de la tecnología y de los datos mejoraría la eficiencia del sistema de transportes y de puertos europeo. Y estos enclaves pueden jugar un papel primordial en este proceso", concluyó Isabell Ryckbost.