Respetar y proteger
La vida siempre se abre paso, aunque sea a codazos. No podemos olvidar que los puertos desarrollan su actividad totalmente integrados en su entorno natural, en el mar; de hecho, es su condición natural y necesaria. En esa estrecha relación que se establece en la actividad marítima, siempre parece que el ámbito natural es el que tiene más que perder por las continuas agresiones que recibe por parte de los que usamos y abusamos de las bondades del transporte marítimo. La naturaleza, sin embargo, siempre que puede nos recuerda que somos invitados en un medio hostil, por lo que conviene respetar y proteger, sin condiciones.