Los estética portuaria siempre nos depara alguna sorpresa. En la zona de Levante, por ejemplo, los puertos de Valencia y Sagunto albergan un total de 22 bateas en las que se cultiva la famosa clòtxina de Valencia (un mejillón más pequeño que el tradicional pero con mucha intensidad de sabor). No es casualidad que las citadas bateas se ubiquen en aguas portuarias porque los mejillones son filtradores y se alimentan de fitoplancton y materia orgánica en suspensión, bastante común en aguas abrigadas.Si tienen que visitar Valencia entre mayo y agosto (cualquiera de los cuatro meses del calendario que no llevan una “r”), no pueden dejar pasar la oportunidad de degustar este manjar. Y no tarden porque la producción este año será de 800 toneladas.