Aunque a simple vista no lo parezca, el karate y los cruceros tienen algunos puntos en común. Este antiguo arte marcial japonés, que se empezó a practicar allá por el siglo XVI, según diversas fuentes, necesita de la coordinación de fuerza, equilibrio, postura y respiración, acompañados todos ellos de la conexión conjunta de músculos y extremidades, trasladando el centro de gravedad del cuerpo al punto de impacto para optimizar el golpe y sus efectos. También los cruceros requieren de una perfecta coordinación de todas y cada una de las partes del buque, una conexión en la que nada falle, para garantizar no solo la estabilidad y navegabilidad del buque, sino también la mejor experiencia posible para todos y cada uno de sus pasajeros. Las exhibiciones de karate fueron, la semana pasada, uno de los numerosos espectáculos que pudieron verse sobre la alfombra azul del área de exposición de Cruise Shipping Miami. La armonía de los movimientos de los karatecas que se ejercitaban sobre la moqueta llamó la atención de los numerosos profesionales de la industria crucerística internacional que se dieron cita en esta feria. Las exhibiciones de karate fueron uno de los atractivos que Japón llevó hasta la feria para que ejercieran como atracción para las compañías de cruceros, logrando así incrementar el número de cruceros que surcan las aguas japonesas, un destino que está, sin duda, en expansión.