Los cuatro buques que finalmente han saltado su escala en Valencia cargarán o descargaran los contenedores en otros puertos europeos. En total el recinto valenciano habrá dejado de mover cerca de 12.000 TEUs.Según las fuentes consultadas, a esta cifra habría que sumar los contenedores que los buques en puerto decidieron dejar de mover con el propósito de aligerar la operativa y abandonar el Puerto de Valencia cuanto antes.La huelga provocó retrasos en los buques de hasta 24 horas. Ayer mismo había 12 barcos en los fondeaderos esperando para entrar a trabajar en el recinto valenciano.
RetrasosLos efectos de la huelga no solo hay que buscarlos en las jornadas del jueves y del viernes. Según los datos recogidos por Diario del Puerto, durante esos dos días, en las horas en las que los estibadores trabajaban, la productividad cayó hasta un 35%, registrando picos de hasta seis minutos para mover un solo contenedor (30 movimientos en 3 horas de actividad en algunos casos).Fuentes sindicales atribuyeron la baja productividad a las complicaciones derivadas de tener que reanudar y parar la actividad cada hora.Por otro lado, durante el pasado fin de semana, jornadas en teoría no afectadas ya por la huelga, los trabajadores decidieron no hacer dobles, lo que afectó directamente a la productividad y el consiguiente retraso de los buques.Por otro lado, en la jornada de 20 a 02 horas del domingo, se produjo una coincidencia poco habitual y es que más de 35 estibadores no trabajaron por enfermedad.
ImagenMás allá de los datos, la conflictividad que vive el puerto de Valencia es una realidad que se traslada internacionalmente y que hace mella en las navieras.Cabe recordar que el Puerto de Valencia ha sido directamente excluido de las grandes rutas interoceánicas de la alianza 2M que unen Extremo Oriente y el norte de Europa, en favor del Puerto de Barcelona o Algeciras.Exactamente lo mismo ha sucedido en la reorganización de servicios con Extremo Oriente de la alianza CKYHE, que ha incluido el Puerto de Barcelona en dos de sus servicios mientras que Valencia solo está integrado en uno de ellos.Fuentes empresariales han asegurado a este Diario que aunque las rotaciones de las navieras siempre están abiertas a la inclusión de nuevos puertos, es muy difícil que Valencia, con la conflictividad que vive y los mensajes que lanza al exterior, pueda recuperar el terreno perdido.
Un problema nacionalLas mismas fuentes lamentan que Valencia está soportando los primeros envites de un problema que es de ámbito nacional.Los sindicatos acusan a las empresas de no querer firmar el convenio colectivo de la estiba en Valencia hasta conocer el contenido de la reforma de la estiba que presentará José Llorca en Europa el día 24.Esta máxima de los trabajadores tendría todo su fundamento si, como se sospecha, la reforma propuesta por Puertos del Estado entra en contradicción directa con el artículo que se pretende incluir en el convenio colectivo de la estiba del Puerto de Valencia, que contempla que las actividades complementarias (recepción y entrega y vehículos nuevos) en el recinto valenciano son desarrolladas por los trabajadores de SEVASA-SAGEP.
NegociaciónLa negociación entre empresas y trabajadores iba a vivir en la tarde de ayer un nuevo episodio con un encuentro entre representantes de las dos partes. De esta primera reunión no se esperaba más que valorar si las distancias seguían siendo notables tras la huelga de la pasada semana.En cualquier caso, los trabajadores portuarios tienen previsto presentar hoy un nuevo preaviso de huelga, herramienta que utilizarán como medida de presión en la negociación. Atendiendo a los diez días necesarios para el preaviso, las próximas jornadas de huelga coincidirían con la presentación de la reforma de la estiba de Llorca en Europa.