Carlos Larrañaga fue muy explícito en su discurso: "Si el Plan de Empresa del puerto elaborado en 2007 preveía, en su cálculo más pesimista, el paso de 3,5 millones de contenedores por las instalaciones portuarias en el horizonte del 2012, la realidad ha sido que esta cifra se ha quedado en 1,7 millones". La situación económica, imprevisible en aquella época, no sólo ha roto el camino del crecimiento portuario, sino que ha trastocado los planes de ampliación que muchos actores y empresas de la comunidad portuaria habían puesto en marcha. "A raíz de aquellas cifras, Estibarna se dotó en 2008 con 80 nuevos estibadores y ahora, cuando la realidad se ha alejado diametralmente de las previsiones, se hacen imprescindible ajustes y reestructuraciones con carácter urgente, más si se tiene en cuenta que el coste de un jornal ha pasado a incrementarse en cerca de un 16%", explicó Larrañaga. La situación, por tanto, no deja de ser compleja y lo peor de todo es que, según concluyó Larrañaga, "nada hace presagiar que podamos vislumbrar un cambio, por lo que tendremos que estar muy bien preparados para que el año que viene no sea peor que este o al menos poner todo nuestro empeño en intentarlo y que sea mejor".