El Faro de Chipiona, cuyos trabajos de construcción se prolongaron durante casi cinco años, se construyó para evitar los peligros que suponía la desembocadura del río Guadalquivir, por la dificultad que ofrecía una barra donde solían encallar los barcos que entraban en él.La exposición que se inaugura el próximo martes hilvana la importancia del Guadalquivir y todas las actuaciones llevadas cabo para mejorar la navegación con el papel de desarrollo y riquezas que aporta la actividad marítima, pilar fundamental para el comercio mundial. En ella, que se podrá visitar hasta final de año, se aborda todo ello con distintas piezas y paneles explicativos y divulgativos del papel que desarrollan las distintas señales marítimas y de la importancia del Puerto de Sevilla en la creación de tejido industrial y actividad económica. Serán 27 paneles de distintos formatos y contenidos y 9 piezas representativas de "señales", tales como maquetas de faros españoles, linternas y ópticas y boyas, entre otras; además de una colección de fotografías de la evolución del Faro y la ciudad.En definitiva, un espacio de 300 metros cuadrados para adentrarse en el conocimiento de una infraestructura del transporte y la logística que produce actividad económica y en la que encuentran empleo más de 15.000 personas en el entorno geográfico de su influencia.