Hay motivos para la preocupación en el Puerto de Pasaia, cuyo declive en los últimos años ha venido motivado por dos factores fundamentales. Uno, la crisis económica, que ha afectado especialmente a las industrias que generan los principales tráficos del puerto, como es el caso de la industria siderúrgica (lo que ha ido acompañado del cierre de la central térmica de Pasaia), o de la automoción. Así, en 2012, el tráfico de mercancías alcanzó en Pasaia 3,15 millones de toneladas; un 4,5% menos que en 2011, pero poco en comparación con los 43 puntos porcentuales perdidos respecto al ejercicio 2006, cuando movió 5,5 millones de toneladas, cifra muy cerca del limite de su capacidad operativa.Limitaciones actualesY es precisamente este límite, de capacidad y limitación física, el que constituye el segundo factor que explica el declive del puerto en estos últimos años, incapaz de diversificar sus tráficos y mercados, y muy dependiente de unos sectores industriales que ayer eran fortalezas y hoy parecen amenazas. De ahí la honda preocupación de la comunidad portuaria guipuzcoana por el futuro de un puerto que contribuye a la economía de dicho territorio con casi el 2% de su PIB y genera un empleo directo que sostiene a 2.300 familias. Sin embargo, el foco principal de atención cuando se hace referencia al Puerto de Pasaia no va dirigido tanto a su papel dinamizador de la economía guipuzcoana, al mantenimiento y potenciación de sus tráficos o a la mejora de las infraestructuras portuarias. Más bien lo hace en referencia a su papel en el proceso de regeneración de la Bahía que desean acometer las instituciones, lo que se ha venido ligando al traslado de la actividad portuaria al exterior de la Bahía, a la ladera del Jaizkibel.El Plan Director de Infraestructuras del Puerto de Pasajes, que actualmente sigue su curso de tramitación administrativa, recoge un proyecto de dársena exterior que da cumplida respuesta al doble objetivo de regenerar la Bahía de Pasajes y de acomodar la actividad portuaria en un nuevo recinto sin las limitaciones de calado, superficie y acceso del actual.Sin embargo, además de los filtros que aún debe superar en el apartado medioambiental, la crisis económica hace hoy por este proyecto inviable para su ejecución a corto o medio plazo; algo que todos los agentes involucrados en el presente y futuro del Puerto de Pasaia ya admiten sin reparos. Recorte de espacio portuarioEn todo caso, quienes defienden que el futuro del Puerto de Pasaia pasa por la construcción de una nueva dársena, confían en que en la tramitación del Plan Director exista suficiente flexibilidad para su aprobación, lo que permitiría a Gipuzkoa contar con una referencia a medio y largo plazo para la planificación de otras infraestructuras de transporte, que tendrán en cuenta en un futuro la existencia de un puerto al norte del Jaizkibel, así como para la planificación de los desarrollos urbanos, que podrán contar con la oportunidad de ocupar algún día 80 hectáreas de superficie en la Bahía de Pasaia.Mientras llega ese momento, la atención de la comunidad portuaria guipuzcoana se dirige hacia el puerto interior, la revitalización de su actividad, el mantenimiento y recuperación de sus tráficos, todo ello en el actual recinto. Desde Giport, la Asociación de Usuarios del Puerto de Pasaia, se ve “imposible” compatibilizar la regeneración de la bahía sin el puerto exterior, aunque juzga dicho proyecto viable a diez años vista, al tiempo que considera que los actuales espacios portuarios se están restringiendo cada vez más, y observa un proceso de liquidación del puerto, al que está dispuesto a hacer frente incluso desde la movilización social. Giport muestra su preocupación por un recorte de espacios portuarios propiciado por las peticiones de suelo realizadas por los ayuntamientos, lo que dificultaría cada vez más la captación de tráfico nuevos.Precisamente, dicha labor de captación de nuevos tráficos es uno de los principales retos que tendrá Ricardo Peña al frente de la Autoridad Portuaria de Pasaia, ente con el que Giport ya dio anteriormente los primeros pasos para elaborar un plan comercial conjunto y vender la ubicación del Puerto de Pasaia y sus particularidades en su hinterland más cercano, a través de contactos con las Cámaras de Comercio de la región del Ebro, Navarra, e incluso el sur de Francia.