Las navieras están muy comprometidas con la sostenibilidad para cumplir con la normativa comunitaria y preservar los recursos naturales como “un avance esencial para las generaciones futuras y para la propia experiencia del crucero”.
Los barcos son cada vez más modernos y eficientes, y están sometidos a la normativa del transporte marítimo internacional, yendo, en muchas ocasiones, más lejos de lo que la ley exige, explica CLIA.Actualmente, un crucero consume hasta un 70% menos de combustible que hace 20 años.
Aunque en comparación con el tráfico de navíos los cruceros son un porcentaje mínimo, en Europa solo representan el 1,2% del total de las emisiones que generan los buques en los puertos, éstos son pioneros en el desarrollo de prácticas medioambientales responsables.
Las navieras han invertido en el diseño e instalación de sistemas de limpieza de gases de escape (EGCS) en los barcos, que han demostrado reducir hasta un 98% el nivel de óxidos de azufre; la utilización de sistemas avanzados de tratamiento de aguas residuales, el uso de combustibles alternativos como el gas natural licuado (GNL) y la aplicación de tecnologías de reducción de emisiones de gases, entre otros.
Estos buques también usan algunas de las estrategias más innovadoras de reciclaje, reducción y reutilización de residuos en el mundo.
Algunos barcos están reciclando o reutilizando casi el 100% de los desechos generados a bordo convirtiendo los residuos en energía.
De promedio, en los cruceros se recicla un 60% más de desechos por persona que lo se recicla por persona en tierra.
La industria crucerista colabora con organizaciones nacionales e internacionales para desarrollar e implementar prácticas sostenibles que preserven el medioambiente. Además, cada buque recibe varias inspecciones cada año, tanto internas como externas.