El mercado hortofrutícola y el de los productos perecederos en general tiene un importante peso específico en la actividad de Grimaldi, que junto al Puerto de Barcelona promocionó los servicios que ofrece desde el enclave catalán a Italia, como por ejemplo la línea con la isla italiana de Cerdeña, que figura entre sus últimas propuestas. Dicha línea ofrece una privilegiada plataforma para las exportaciones agrícolas de los productores sardos gracias a sus cortos tiempos de tránsito, del orden de las 12 horas con España.