Menú
Suscripción

Francisco Lorente: “Las relaciones se tienen que fundamentar en la educación y el respeto”

Francisco Lorente, presidente de MSC España, recogerá mañana en la Noche de la Economía Valenciana la Distinción a la Trayectoria Empresarial que cada año otorga la Cámara de Comercio de Valencia.

  • Última actualización
    12 febrero 2020 13:17

El reconocimiento está cargado de significado por el momento de tensión política que está soportando el proyecto de la Terminal Norte del Puerto de Valencia, a la que TiL (MSC) ha presentado la única oferta para optar a su construcción y explotación. Pero sería injusto circunscribir al ámbito de la oportunidad la decisión de Cámara Valencia porque la trayectoria profesional de Francisco Lorente está indisolublemente unida al éxito del recinto portuario valenciano.

Efectivamente, un somero repaso por los grandes hitos de la historia reciente del puerto de Valencia llevan a encontrar un denominador común: MSC. Y en España, detrás de la segunda naviera del mundo , sin lugar a dudas su exponente más relevante: Francisco Lorente.

Diario del Puerto ha conversado con Lorente tras conocer la decisión de Cámara Valencia para hacer una aproximación a la persona y al empresario que sigue levantándose cada día para ir a trabajar con la certeza de que “todavía tengo algo que aportar”.

“Hay muchas personas que merecen el premio. Estoy agradecidísimo y se lo dedico a mis hijos a los que el único ejemplo que les he podido dejar es el de trabajar, trabajar y trabajar… y a veces el trabajo tiene premio. Es una grandísima satisfacción”, asegura.

 

Los inicios

Lorente es hijo, nieto y biznieto de trabajadores portuarios, por lo que parecía evidente cuál iba a ser su proyección profesional. Apenas con catorce años comenzó a compatibilizar sus estudios de bachillerato con un trabajo en Boira y Soriano. Y al poco tiempo “mi vida daría un giro espectacular al ingresar como bracero de estiba en el Puerto de Valencia. Era un trabajo realmente intenso y trabajábamos como verdaderas bestias. A los pocos meses supe que lo mío era trabajar con la cabeza y, para disgusto de mi padre, volví a las oficinas”.

En esa época se estableció Condeminas en Valencia y de la mano de Paco Serrano comenzó a trabajar allí hasta que recibió una oferta de J y A Lamaignere, que acaba de conseguir la consignación de los buques de MSC.

 

El caprichoso destino

Esta empresa representaba a muchísimas navieras y los criterios para adjudicar la carga atendía a razones muy diversas. “Realmente la situación me desmotivaba y era algo que hablaba siempre en Suiza con Salvatore Sarno”. Al poco tiempo fue llamado de nuevo por Condeminas, “me entrevisté en Barcelona con uno de los más importantes jefes y me ofrecieron un sueldo espectacular para volver a la compañía. Después de días sin dormir y pensarlo muy bien regresé a Condeminas”.

Cuando apenas habían pasado cinco meses “recibí una llamada de MSC y me dijeron que si no volvía a Lamaignere para llevar sus buques les quitaban la agencia. Me ofrecieron libertad total para trabajar e incluso las condiciones económicas que quisiera. Regresé a esta empresa con la condición de que si conseguía una carga tenía que ser para MSC”. 

 

MSC en tierra

En uno de los frecuentes viajes de Lorente a la sede de MSC, comentó con Gianluigi Aponte la posibilidad de que la naviera tuviera nombre en tierra, “algo que nadie había hecho nunca hasta entonces”. 

Aponte dio el visto bueno y se crearon las sociedades, MSC Barcelona y Valencia, con un capital de 10 millones de pesetas, con el 51% del accionariado de Francisco Lorente y Carlos Ramos, y el 49% de MSC. 

En esa época no se permitía que las empresas extranjeras tuvieran una participación mayoritaria en las sociedades. Cuando cambió esta normativa, “regalamos esa acción de gracia a MSC. Desde 1982 hasta 2008 fuimos socios al 50%. En este año, y dada la dimensión que había adquirido la empresa, se nos invitó a vender nuestra participación y realmente no había opción para negarse. Vendimos muy bien vendido, la verdad, pero hay que decir que compraron muy bien comprado.

 

Estibadora propia

En los comienzos los buques de MSC eran especialmente complicados para trabajar en ellos. Lorente buscó fórmulas para solucionar estos inconvenientes y surgió la posibilidad de crear una compañía estibadora propia. Fue cuando se cruzaron los caminos de Fernando González (Isamar) y Francisco Lorente.

“Fernando es una persona de diez, honesto, profesional y trabajador. Ambos conseguimos agrupar todas las pequeñas estibadoras en una sola, Terport, y allí comenzamos modestamente a operar”.

MSC estaba creciendo mucho y Perfecto Palacio, presidente y fundador de Marítima Valenciana, no tardó en acercarse a Francisco Lorente. “Me hicieron ver que en la estibadora donde trabajaba MSC estaba condenada a no crecer y me ofrecieron ir a Marítima Valenciana, con la ampliación Sur recién inaugurada, con unas condiciones muy favorables y preferentes para MSC. En Ginebra no lo dudaron y pasamos todo nuestro fondo de comercio allí. En un año pasamos de 60.000 a 400.000 TEUs, y muy pronto al millón… y ahora ya estamos en tres millones”.

Evidentemente, vendimos el paquete mayoritario de Terport a Ángel Pérez-Maura (Grupo Pérez), que mantuvo como socios a Romeu y Evge.

 

MSC Terminal Valencia

Al tiempo de trabajar en Marítima Valenciana, “Aponte, que siempre ha sido un visionario, me dijo que teníamos que encontrar un hueco en Valencia para tener nuestra propia terminal y atender con prioridad a los megacarriers que iban a llegar (de 8.000 TEUs) y no hacerlos esperar fondeados”

El puerto tenía la necesidad de estar abierto a otras posibilidades terminalistas para no caer en el monopolio. Así surgió el proyecto de la terminal del Muelle de Fangos (actual MSC Terminal Valencia), con una línea de atraque de 760 metros, suficiente como para atender a dos buques grandes.

Recuerdo que Aponte me preguntó: ¿Dónde hacemos la terminal, en Barcelona o Valencia? Más allá de mi valencianía, mi respuesta fue sincera y contundente: tiene que ser en Valencia… por Madrid.

 

Ampliación Norte

Y de aquí, el gran salto. Tras los sucesivos cambios de propietarios de Marítima Valenciana hasta llegar a COSCO Shipping Ports, MSC se planteó que una parte de su fondo de comercio en Valencia se está trabajando en la “competencia” (actualmente MSC distribuye sus buques entre su concesión y la de COSCO).

“Todo lo que hemos ido haciendo se nos ha quedado pequeño, incluido el edificio central de MSC”. Surgió el proyecto de la Terminal Norte del Puerto de Valencia, “que necesariamente tendrá que llevar aparejada un acceso norte para no nacer con un hándicap muy importante, y nos animamos”.

Muy posiblemente, el proyecto de la terminal Norte sea la culminación de una carrera profesional excepcional. precisamente por este motivo, Francisco Lorente no puede evitar torcer su gesto ligeramente cuando habla de los inconvenientes y trabas que desde el ámbito político se están poniendo delante del desarrollo del Puerto de Valencia.

“Estamos viviendo una situación confusa, pero estoy seguro de que va a primar el sentido común y la sensatez. El impacto medioambiental ya está hecho con los diques de abrigo y no veo ningún tipo de contundencia al argumento que se lanza desde la alcaldía como para que se tenga que hacer una nueva DIA. El propio ministerio ha dicho que la vigencia de la declaración es firme.El objetivo ahora, por lo tanto, es minimizar el mal que pudiera haberse hecho con la Ampliación. Hemos proyectado una terminal que va a ser totalmente ecológica. Está proyectada como semiautomática y en un futuro el objetivo es que sea automática. Queremos que la contaminación sea prácticamente cero”.

“Lo que realmente tiene el proyecto de la Terminal Norte es muchas ilusiones depositadas en él, muchos puestos de trabajo y unas condiciones que revertirán en todo el tejido económico e industrial de la región y del país en general”, concluye,

“He sido una persona emprendedora. He tenido una visión que me ha permitido participar en el crecimiento del puerto de Valencia, ya no solo por mi persona, sino por la confianza que han depositado en mí. He sabido transmitir unas ideas y unos proyectos, que yo no podía hacer por mí mismo, a personas que sí tenían capacidad para hacerlo. Puede que este haya sido mi gran triunfo. Me siento cómplice y vinculado al éxito y no he sido yo solo, hemos sido muchos los que hemos contribuido”.