El puerto de Gandia parece que todavía no se ha recuperado del golpe ocasionado el pasado año por la COVID-19.
Entre enero y mayo de este año, el recinto ha perdido alrededor de la mitad de sus tráficos, acumulando algo más de 68.000 toneladas. Con todo, el enclave sigue siendo fundamental para la exportación e importación de mercancías tan específicas como el papel y su pasta, aunque entre enero y mayo ha perdido más del 50% respecto el mismo período del pasado año.