La propuesta más innovadora y ambiciosa que tiene en estos momentos en marcha la Autoridad Portuaria de Las Palmas en materia de bunkering es la creación de una gran terminal flotante para el aprovisionamiento de GNL.
El proyecto, liderado por el inversor Totisa Holdings, consiste en la instalación frente al dique de La Esfinge y al final del muelle homónimo de un gran buque/almacén flotante conectado a tierra que permita no sólo el aprovisionamiento de GNL, sino que además sirva como motor de sostenibilidad y generación de energía para el propio puerto.
Se trata de un almacén flotante de 130.000 metros cúbicos de GNL que a su vez estará conectado a tierra a un almacén de 1.000 metros cúbicos. Esto habilitará un número indeterminado de barcazas, en función de la demanda, para la provisión del GNL barco a barco, así como dos puntos de carga en tierra para la provisión de GNL a barco mediante camiones de 50 metros cúbicos de capacidad cada uno.
En conjunto, el nuevo complejo de suministro de GNL tendrá una superficie en tierra de 15.448 metros cuadrados y ocupará una superficie de lámina de agua de 38.226 metros cuadrados. El complejo estará conectado mediante canalizaciones con una longitud de 2.312 metros.
Planta de generación eléctrica
Según anunció el martes el presidente de la AP de Las Palmas, Luis Ibarra, este proyecto tiene una segunda derivada y es que el muelle también operará como una planta de generación eléctrica, con una potencia de 70 megavatios que permitirá no sólo aprovisionar de esta fuente de energía al conjunto del puerto, sino que más concretamente será el puntal de la apuesta de la Autoridad Portuaria por el cold ironing, con lo que los buques podrán enchufarse a la red eléctrica del puerto durante sus escalas y reducir sus emisiones, con especial impacto para el tráfico de cruceros.
Está previsto que el proyecto, al que se espera dar un fuerte impulso a lo largo de este año, pueda ser una realidad a finales de 2022, según anunció Luis Ibarra.