MADRID. Esta autorización convierte a la instalación de Motril en la primera de la compañía en alcanzarla, reforzando la posición de Hafesa como referente en logística energética.
La planta de Motril, que ya contaba con una importante capacidad de almacenamiento y distribución de productos energéticos, se consolida así como un nodo logístico de referencia en el Mediterráneo, complementando la red de centros de la compañía en la Península Ibérica.
Con esta nueva condición, Hafesa podrá almacenar mercancías procedentes de países extracomunitarios sin necesidad de realizar el despacho de aduanas de manera inmediata, lo que permite que los productos permanezcan en régimen de tránsito aduanero hasta su destino definitivo.
Esta figura aduanera, conocida como “depósito aduanero tipo C”, es especialmente ventajosa para empresas comercializadoras que realizan importaciones y exportaciones, ya que posibilita aplazar el pago de derechos arancelarios e IVA hasta el momento en que las mercancías se introduzcan en el mercado nacional o sean reexportadas.
La obtención de esta autorización supone un hito estratégico para la compañía, que amplía su abanico de servicios en beneficio de sus clientes nacionales e internacionales. Gracias a esta nueva condición, DBA Motril Port podrá ofrecer un almacenamiento más flexible, eficiente y competitivo, adaptado a las necesidades de cada operador.
Para Diego Guardamino, CEO de Hafesa, “esta autorización consolida nuestro compromiso con los clientes. Nos permite ofrecer una gestión logística más ágil, adaptada al contexto global, y reforzar nuestra capacidad para dar respuesta a las operaciones de comercio internacional en el ámbito energético”.
Desde el punto de vista operativo, el nuevo estatus de la planta mejora el flujo de caja y la planificación logística de las empresas que importan hidrocarburos u otros productos energéticos desde fuera de la Unión Europea, ya que les permite mantener stock en España sin incurrir en obligaciones fiscales inmediatas.
Además, esta autorización consolida la posición de Motril como enclave estratégico en el sur de la Península Ibérica, aprovechando su conexión portuaria y sus modernas infraestructuras de almacenamiento y distribución.
 
  
  
 