Recientemente, uno de sus buques, concretamente el “Montreal Express” repostó en el Puerto de Rotterdam con un nuevo biocombustible ecológico, denominado B20, que consiste en una mezcla de un 80% de combustible con bajo contenido de azufre y un 20% de biodiésel a base de aceites y grasas reciclados de cocina, utilizados previamente en la preparación de alimentos.
El biodiesel genera hasta un 90% menos de emisiones de CO2 que los combustibles convencionales, asegura Hapag-Lloyd, que con esta prueba da un paso más en su ambiciosa apuesta por la sostenibilidad medioambiental. “Para finales de este año, queremos alcanzar una reducción de nuestras emisiones de CO2 de 50% en comparación con el año 2008. Los biocombustibles como el B20 "pueden ayudarnos a alcanzar este objetivo, dado que, además de tener un bajo contenido de azufre, este combustible también emite menos CO2 durante la combustión”, explica Jörg Erdmann, director de Gestión de Sostenibilidad de Hapag-Lloyd.
Entorno real
Hapag-Lloyd pretende aprovechar la experiencia de la prueba realizada con el "Montreal Express", que opera en el servicio entre Europa y Canadá, para la obtención de experiencia e información sobre las propiedades del combustible en un entorno de utilización real. “Estamos verificando si la proporción de biodiesel tiene algún efecto adverso en el equipo y el procesamiento de combustible a bordo del buque. Si la prueba es exitosa, más barcos de la flota de Hapag-Lloyd podrían operar utilizando el combustible B20 en el futuro”, añade Jan Christensen, director de Compras y Suministros de Hapag-Lloyd.