La rehabilitación y puesta en marcha de este emblemático edificio ha sido una constante y un objetivo principal de la Autoridad Portuaria de Tarragona. Esta infraestructura quedó vacía en junio de 2010 cuando se trasladaron las oficinas de la Autoridad Portuaria a otro edificio ubicado justamente al lado. El antiguo edificio requería una rehabilitación integral para adecuarlo a las nuevas normativas constructivas, de eficiencia energética, habitabilidad, comunicaciones y seguridad. Después de estudiar diferentes opciones y posibles usos del edificio, se decidió optar por un modelo mixto de uso administrativo y de servicios portuarios. De este modo, los servicios de Port Control se trasladarán a la última planta del edificio y a la planta 5ª de el edificio donde también se ubicarán los servicios administrativos de Salvamento Marítimo, el área de señales marítimas de la APT y el área administrativa de la Corporación de Prácticos. También habrá salas operativas para Capitanía Marítima y para la Dirección de Operaciones Portuarias así como una sala de crisis.