VALENCIA. Según recoge el escrito de la Fiscalía al que ha podido tener acceso este Diario, se trata de “emanaciones puntuales y esporádicas sin continuidad pero que, cuando se producen generan molestias en el entorno (...) sin que se pueda determinar si tienen un origen estructural o son producto de falta de vigilancia o de aplicación de medidas adecuadas”.
También reconoce el escrito que la Autoridad Portuaria de Valencia, desde el primer momento, ha respondido a todos los requerimientos de los Servicios Municipales del Ciclo Integral del Agua “y ha estado haciendo mejoras y estableciendo medidas correctoras en su red para la eliminación del ácido sulfhídrico”.
Por todo ello, la Fiscalía opina que “no se desprenden indicios que justifiquen la continuación de la causa por el supuesto delito” y que, asimismo, “no aprecia ni dolo ni imprudencia grave en la producción de los vertidos”, por lo que, consecuentemente, se propone el archivo de la causa.
No obstante, pese a que la Fiscalía señala que el Puerto no cometió delito alguno, el Ayuntamiento ha decidido mantener la sanción de 1.501 euros (la mínima posible) que impuso en su momento a la APV ”por incumplir lo previsto en la ordenanza de alcantarillado”.
En este punto, la APV ha presentado ya la documentación para recurrir la decisión ya que, desde su punto de vista, la arqueta de la calle Espolón y la arqueta del edificio de la Unidad de Análisis en Sanidad Animal, ubicación en la que se tomaron muestras para detectar las emisiones denunciadas, “están intercomunicadas y existe muy poca distancia entre ellas (10 metros aproximadamente), por lo que tratándose de ácido sulfhídrico de un gas, bien podría provenir éste el referido punto y no ser responsable la APV. Máxime, además, cuando en dicho edificio de la Unidad de Análisis Animal se realizan ensayos con componentes de laboratorio y se desconoce lo que pueden producir estos componentes en los vertidos”.
Por otra parte, cabe recordar que la Autoridad Portuaria de Valencia lleva meses aplicando medidas para minimizar el impacto de esos vertidos y considera que “se ha solucionado el problema de salud pública, pues a fecha de hoy los valores de ácido sulfhídrico son cero o muy por debajo de lo establecido en la normativa municipal”.
Para la APV, todas las actuaciones desarrolladas han concluido en una sustancial mejora de la calidad del vertido y la neutralización total de las emisiones de ácido sulfhídrico, por lo que “no existe riesgo de peligro para la ciudadanía”.
Algunas de las medidas puestas en marcha han sido la colocación de bombas que generen ventilación continua, la limpieza de la canalización mediante hielo lanzado a propulsión en el interior del conducto, la utilización de productos neutralizantes del ácido como el nitrato cálcico o la compra e instalación de compresores más potentes.
Finalmente, destacar que la Autoridad Portuaria de Valencia y Ayuntamiento están colaborando, desde el principio, para encontrar una solución a estos vertidos.