MADRID. La CNMC ha analizado los servicios prestados directamente a los buques, es decir, los servicios técnico-náuticos (practicaje, remolque y amarre y desamarre), los servicio de recepción de desechos generados por los buques (MARPOL) y el servicio de suministro de combustible (bunkering), así como los servicios de manipulación de mercancías, o estiba, y el servicio al pasaje de viajeros.
Como conclusión general, los estudios determinan que, “en muchos casos, los servicios se prestan en un régimen de monopolio o con escasa competencia”, lo que “se debe a la existencia de barreras a la competencia, en general, que se originan por normativas (incluyendo los pliegos que establecen las normas en los puertos), los sistemas de licencias y las concesiones”.
Además, según la CNMC, “hay limitaciones en la actualización y transparencia de los pliegos y concesiones y, en algunos casos, requisitos excesivos para operar (medios humanos y materiales, obligaciones de servicio público, tarifas máximas, etc.)”.
En el caso del practicaje se presta en régimen de monopolio por ley, recuerda la CNMC.
Existen además restricciones de acceso a la profesión de práctico y de estibador que dificultan el acceso a los interesados y en remolque, se exigen barcos con bandera española, mientras que en la manipulación de mercancías, hay rigideces en la organización del trabajo (los turnos, la movilidad funcional o los equipos), en la contratación y en la automatización”, alerta la CNMC.
Para impulsar la eficiencia y competencia en estos servicios, que resulte en mejoras para los puertos, la economía y los consumidores, se recomienda desde la CNMC promover un marco transparente, eficiente y competitivo; actualizar los pliegos de prescripciones y condiciones particulares a la normativa vigente y diseñarlos con un enfoque procompetitivo; reformar el sistema de licencias y autorizaciones, incluidas en su caso las tarifas máximas, que permitan los máximos niveles de competencia, e impulsar la transparencia de las concesiones demaniales mediante la creación de un registro; establecer sistemas de competencia por el mercado mediante concursos en los casos en que no sea viable la competencia en el mercado; establecer sistemas de incentivos y desempeño procompetitivos; y valorar introducir un regulador y supervisor independiente.
Además, se propone promover más competencia y eficiencia en servicios prestados a los buques, de tal forma que en el practicaje se propone eliminar el monopolio legal y mejorar el acceso a la profesión, así como flexibilizar las exenciones del buque y valorar la introducción del practicaje desde tierra; en el remolque se propone asegurar la proporcionalidad en su obligatoriedad, replantear el requisito de bandera española en los remolcadores y valorar alternativas procompetitivas sobre la propiedad de los activos; en la recepción de desechos (MARPOL) se propone delimitar los tipos de licencias para maximizar la competencia, homogeneizar los conceptos sujetos a las tarifas y revisarlas en caso de desajuste persistente entre ingresos y gastos; y en el suministro de combustible se plantea clarificar la clasificación legal del servicio sin incrementar las barreras regulatorias y aumentar la transparencia de los precios.
En cuanto a añadiri más competencia y eficiencia en el servicio de manipulación de mercancías, se defiende facilitar el acceso a la profesión de estibador, revisando la duración de la formación, facilitando la homologación de trabajadores europeos y reforzando la independencia de las evaluaciones; evaluar la eficiencia de que existan los CPE, en lugar de ETT, y eliminar obstáculos injustificados a la libertad de las empresas para escoger entre modelos para conseguir trabajadores portuarios; incrementar la flexibilidad en la organización del trabajo portuario y eliminar el régimen de preferencia por los trabajadores de los CPE; mejorar el marco regulatorio para no obstaculizar la inversión en automatización; reforzar la eficiencia en los Puntos de Inspección Fronterizos; revisar el sistema de concesiones portuarias: principalmente, analizando los plazos óptimos y promoviendo la competencia en precios; y en el servicio al pasaje examinar la eficiencia de los distintos modelos de explotación de terminales.