La draga "Barlovento Primero", que permanecía hundida dos años en el puerto de Gijón, ha sido finalmente reflotada y ya se encuentra lista para su desgüace.
En mayo de 2018, mientras se encontraba realizando trabajos de dragado en las proximidades de la barra de Suances (Santander), la draga de succión “Barlovento Primero” sufrió una rotura del tubo de dragado que produjo una vía de agua. En menos de 20 minutos se hundió.
No hubo que lamentar daños personales, pero el hundimiento de este buque generó un proceso administrativo que se ha dilatado durante más de dos años, a pesar de que la empresa armadora, SATO, ha colaborado en todo momento con la Administración Marítima para el reflote de la embarcación.
La Dirección General de la Marina Mercante califica de "éxito" una operación compleja que, después de más de dos años desde el hundimiento de la draga, parecía irresoluble, pero finalmente se ha logrado que la empresa aseguradora lleve a cabo el reflote dentro de los plazos establecidos por la normativa, evitando así una actuación de oficio que habría dilatado en el tiempo la operación e incrementado los costes para la empresa armadora.
Tras su hundimiento en 2018, el proceso administrativo para el reflote de la embarcación ha durado más de dos años. Este tercer intento de reflote, después de otros dos fallidos, comenzó a finales del mes de julio a cargo de la empresa UCS Algeciras. Inicialmente, se procedió al dragado de la arena que rodeaba y cubría parcialmente el pecio de la embarcación y, posteriormente, se extrajo la arena que se encontraba en su interior. A continuación, los buzos instalaron cientos de cáncamos en la quilla del buque, volcado y hundido a 17 metros de profundidad, para fijar en ellos una veintena de flotadores de 10 metros de largo que cubrían toda la eslora. A comienzos de septiembre se inició el hinchado gradual de los flotadores, que facilitaron el reflote de la draga invertida.
El remolque hasta puerto precisó de dos días de buena mar, ya que tuvo que producirse a una velocidad inferior a los dos nudos.
El depósito del pecio en el muelle de la empresa DDR, encargada del desguace, se llevó a cabo en una operación espectacular que precisó de dos grandes grúas.
En estos 2 años y 4 meses en los que el buque ha permanecido hundido en la barra de Suances no ha habido ningún peligro de contaminación ni tampoco ha supuesto un obstáculo para la navegación en la zona, gracias a la labor realizada por la Capitanía de Santander y los efectivos de Salvamento Marítimo, dependientes de la Dirección General de la Marina Mercante. El buque se balizó, la empresa armadora vació los depósitos de combustible y eliminó todos los fluidos contaminantes y, de forma intermitente, se han llevado a cabo avisos a navegante para evitar cualquier incidente o colisión con la embarcación.
Este ha sido el tercer intento de reflotamiento de la embarcación hundida.