Desde el sindicato explican que Barcelona es “el centro de trabajo con mayor número de plantilla”, con aproximadamente 90 trabajadores. En estos momentos “la planta está trabajando prácticamente al 100% de su capacidad y se encuentra en una situación de alerta por una disminución progresiva y reiterada de su plantilla de trabajadores propios desde hace cuatro años”, cuando la compañía aplicó un ERE “que supuso 40 días de huelga y 30 despidos”.
Tras la aplicación del ERE, la compañía inició “una externalizaron de los trabajos para poder cubrir a los despedidos y ahora agravan el proceso de externalización echando a la calle mediante supuestos despidos objetivos a tres trabajadores más”, añaden desde el sindicato.
Estos tres trabajadores trabajaban en mantenimiento y fueron despedidos la semana pasada, según fuentes del comité de empresa de Tepsa consultadas por este Diario.
Estos despidos, según la CGT, no están justificados por un tema económico. De hecho, la empresa alega, según el sindicato, “que los tres despedidos no disponen de la capacidad ni los conocimientos necesarios para adaptarse al nuevo sistema de automatización”.
Los representantes de CGT en Tepsa explican que “la convocatoria de huelga no solo se debe a estos despidos, sino que lo más preocupante es el alto nivel de externalización que hay en estos momentos en la terminal, lo que provoca que el comité de empresa no tenga ningún control sobre las condiciones en las que operan estos trabajadores externos que, nos consta, tienen unas condiciones más precarias”, lo que repercute en la seguridad de la propia terminal.
Los convocantes de la huelga indefinida están abiertos a la negociación con la empresa. De hecho, “estamos a la espera de que la dirección nos llame a mediación”, concluyen.