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La industria marítima pide a la UE acciones coordinadas en los cambios de tripulaciones

En una carta dirigida a los comisarios europeos, firmada conjuntamente por ECSA (European Community Shipowners' Associations), que representa a las asociaciones de armadores de la Comunidad Europea, y ETF  (European Transport Workers’ Federation),  la Federación Europea de Trabajadores del Transporte, los dos interlocutores sociales marítimos piden que se tomen medidas especiales con la mayor urgencia en lo relativo al cambio de tripulaciones.

  • Última actualización
    16 abril 2020 13:19

Según ECSA y ETF, dichas acciones ayudarán a garantizar que la industria del transporte marítimo y sus trabajadores puedan desempeñar su papel de apoyo a la economía de la UE en la mayor medida posible, y que los impactos sociales, operativos y económicos de la crisis se reduzcan lo máximo posible.

La carta fue remitida a la comisaria europea de Transporte, Adina Valean; el comisario para la Gestión de Crisis, Janez Lenarcic; la comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides; el comisario de Justicia, Didier Reynders, y el alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE, Josep Borrell.

Ambas organizaciones están de acuerdo en que las directrices que la Comisión Europea recomendó el pasado 8 de abril “resolverán problemas específicos derivados de medidas impuestas unilateralmente por diferentes Estados miembros y evitarán el surgimiento de nuevos cuellos de botella”.

 

Designación de puertos

Estas medidas, que según ECSA y ETF, no están en línea con las nuevas directrices, “están impidiendo fuertemente el movimiento de los trabajadores del transporte marítimo, incluidos los marinos, para embarcar, ejercer su derecho de salir a tierra y ser repatriados al final de su turno de servicio, mientras sus compañeros se ven obligados a esperar en casa, sin poder ocupar sus puestos a bordo”.

Por lo tanto, tanto los armadores europeos como la parte sindical solicitan ayuda a los comisarios europeos para presentar una propuesta concreta al Consejo que permita alcanzar un acuerdo político con relación a los puertos designados para el desembarco de los tripulantes y los cambios de la tripulación, en sintonía con las condiciones establecidas, tales como, entre otras, distribución geográfica, capacidad, proximidad a instalaciones sanitarias y aeropuertos internacionales. 

 

Repatriación

Ambos interlocutores de la industria del transporte marítimo apremian a los comisarios europeos a que se resuelva de forma urgente la repatriación de aquellos trabajadores europeos que actualmente están varados en terceros países o en buques que no han podido obtener permiso para atracar.  Para ello, creen que la intervención del Servicio Europeo de Acción Exterior ayudaría a garantizar que los casos puedan tratarse colectivamente, siempre que sea posible.

A pesar de los muchos desafíos planteados por la crisis derivada de la pandemia, ECSA y ETF subrayan que los trabajadores que participan en el conjunto de la industria naviera europea “están trabajando para garantizar el suministro ininterrumpido de bienes y equipos, operando los servicios de transporte necesarios para millones de ciudadanos actualmente afectados por la pandemia”. 

ECSA y ETF denuncian que las medidas impuestas por algunos Estados “impiden el movimiento de los trabajadores para embarcar, salir a tierra y ser repatriados al final de su turno, mientras sus compañeros se ven obligados a esperar en casa, sin poder ocupar sus puestos a bordo”

Responsabilidad del armador

Desde pasajeros de buques de crucero hasta tripulaciones de buques mercantes, muchas personas se han encontrado bloqueadas en el mar o en cuarentena en los puertos desde que se empezó a extender la pandemia de coronavirus. Las directrices publicadas el pasado 8 de abril por la Comisión Europea ofrecen apoyo a estas personas, ofreciendo recomendaciones sobre la protección de la salud, la repatriación y las disposiciones de viaje. Asimismo, anuncian la creación de una red de puertos designados para los cambios de tripulación.

Según estas directrices, la responsabilidad de la repatriación de la gente de mar corresponde en primer lugar al armador del buque; a falta de actuación por parte de éste, será responsable el Estado de abanderamiento del buque. Si el marino se encuentra en buena salud y no hay ningún caso de Covid-19 a bordo, el armador está obligado, en virtud del Convenio sobre el trabajo marítimo, a repatriarlo y a cubrir el coste de la repatriación. Si el marino tiene síntomas de Covid-19 y no puede regresar a su país de origen, el armador debe sufragar los gastos de atención médica, comida y alojamiento hasta que aquel se recupere.