BARCELONA. Según AXSInsights, la actividad de construcción de nuevos buques ha sido modesta durante gran parte de la última década, lo que ha amplificado este envejecimiento.
Entre principios de 2018 y mediados de 2025, el grupo de buques de 11 a 15 años creció de forma abrupta, superando a las embarcaciones más jóvenes. El segmento de 16 a 20 años se duplicó, pasando de unos 870 barcos a cerca de 1.800. Mientras tanto, los grupos más jóvenes se han reducido. Los buques de menos de 5 años cayeron de más de 3.500 en 2018 a unos 2.300 en 2025, mientras que el grupo de 6 a 10 años también disminuyó, una consecuencia de la menor cantidad de pedidos a mediados de la década de 2010 y el avance constante de los buques hacia franjas de edad más altas.
El aumento de la edad media se ha acelerado por los bajos volúmenes de desguace. El último gran aumento en las demoliciones se produjo en 2015-2016, cuando se retiraron casi 30 millones de toneladas de peso muerto al año. Desde entonces, el desguace anual raramente ha superado los 10 millones de toneladas y en 2023-2024 se mantuvo entre los 3 y 3,5 millones. Muchos buques que antes se habrían retirado han permanecido en servicio.
La realización de pedidos ha seguido ciclos claros, con picos en 2007, 2010 y 2013. Desde 2017, la actividad ha oscilado entre 400 y 700 buques al año, excepto por un ligero repunte en 2024.
Según la consultora, el gran segmento de mediana edad en la flota actual es el resultado predecible de pasadas oleadas de pedidos. Los armadores se han mostrado reacios a desguazar debido a los bajos precios de demolición, las oportunidades comerciales rentables y la viabilidad continua de los barcos más antiguos en tráficos menos exigentes.
La recesión posterior a 2013 redujo drásticamente los pedidos, creando la escasa cartera actual de buques de entre 6 y 10 años. Al mismo tiempo, la incertidumbre regulatoria ha frenado la inversión en nuevo tonelaje. Sin un consenso claro sobre qué combustibles dominarán (GNL, metanol, amoníaco, etc.), algunos armadores prefieren alargar la vida de los buques existentes en lugar de arriesgarse a apostar por una tecnología. Las limitaciones de financiación y la capacidad limitada de los astilleros para graneleros, ya que se centraron en buques de GNL y contenedores, añadieron más obstáculos.