«Confío en que 2020 sea algo mejor que el pasado ejercicio, aunque este año tenemos la incertidumbre creada alrededor de China con la crisis del coronavirus» Con relación al posible impacto que dicha crisis puede tener sobre el negocio del transporte marítimo de contenedores, Jansen admitió que “nadie sabe cómo va a evolucionar en las próximas semanas”, aunque confió en que queda bajo control “más pronto que tarde”. De ser así, añadió, “podremos ver incrementos importantes en los volúmenes”. En todo caso, harán falta como mínimo dos semanas para poder evaluar mejor la situación.
Hapag-Lloyd LIVE
A pesar de todo ello, el CEO de Hapag-Lloyd mantuvo un tono optimista y apuntó a un incremento de la actividad de la compañía en 2020, “en línea con el mercado”. “La situación en China tendrá impacto, aunque aún no sabemos cuánto” insistió. “De todas formas, continuaremos con nuestra estrategia 2023, que significa realizar fuertes inversiones en segmentos de actividad como el reefer”, apuntó. En este sentido, recordó la adquisición el pasado año de alrededor de 15.000 nuevos contenedores frigoríficos, que elevan el parque de contenedores de la naviera alemana a más de 100.000, “con una edad media muy baja, modernos y muy bien adaptados a las necesidades de los clientes”.
En cuanto a los avances que incorporan estos nuevos equipos, Jansen destacó las tecnologías de atmósfera controlada y la instalación de dispositivos en las unidades de seguimiento y monitorización para controlar todos los parámetros clave, siguiendo el conjunto de soluciones Hapag-Lloyd LIVE.
«Continuaremos con nuestra estrategia 2023, que significa realizar fuertes inversiones en segmentos de actividad como el reefer» Las navieras como Hapag-Lloyd siguen de cerca la crisis creada por el coronavirus en China. Foto J.P. “Vivimos tiempos turbulentos en términos políticos y de conflictos comerciales”En otro orden de cosas, Rolf Habben Jansen, calificó 2020 como un año “muy importante” para la industria del transporte marítimo con motivo de la nueva regulación IMO 2020, que, por un lado, “marca un hito para toda la industria en su camino hacia la sostenibilidad” y, por otro, el nuevo límite del 0,5 en las emisiones de azufre, “también presenta un gran desafío para las navieras”.
Los costos que acarrean la adaptación de los buques y los nuevos combustibles “serán altos y dado que la mayor parte de nuestra flota navegará con el nuevo fuelóleo bajo en azufre, esperamos costes adicionales de unos 1.000 millones de dólares por año.
Gestionar las crisis
Además del IMO 2020, la protección medioambiental jugará un papel importante. Como observa Jansen, “la Comisión Europea está considerando extender el comercio de emisiones a la industria naviera, o que significa que las compañías navieras tendrían que pagar sus emisiones de CO2 en el futuro”. En este caso, Jansen se pregunta qué combustibles alternativos sostenibles se podrán poner a disposición de la industria para reducir las emisiones de CO2, cumplir con los requisitos legales y reducir los costes.
“Vivimos tiempos turbulentos en términos políticos y los conflictos comerciales pueden tener un impacto en las rutas comerciales y dirigir el crecimiento económico global en una dirección, pero también en la otra. Tendremos que vivir con estas posibles fluctuaciones y gestionarlas lo mejor que podamos”, explicó el CEO de Hapag-Lloyd.