BARCELONA · Las jornadas de verificaciones técnicas y el acto del fueron una oportunidad para la ciudadanía para conocer en directo y de primera mano los vehículos que competirán en el Dakar antes de su embarque, una operativa que se realiza estos días en el Port de Barcelona y que implica transportar todos los vehículos en dos barcos rumbo a Arabia Saudí.
El presidente de Port de Barcelona, Lluís Salvadó, destacó el papel del Port de Barcelona, su comunidad portuaria y su infraestructura, en combinación con el atractivo de la ciudad de Barcelona, para atraer pruebas deportivas con repercusión internacional. “Las instalaciones y operadores de Port de Barcelona han demostrado ser la mejor opción para los organizadores del Dakar a la hora de trasladar a todos los competidores hasta Arabia Saudí igual que los espacios del Port Vell convencieron a los organizadores de la Copa América para celebrarla en Barcelona el próximo año”, comentó Lluís Salvadó.
Desde el Dakar, el director de la carrera, David Castera, comentó que “la posibilidad de organizar la carga de los vehículos en el Port de Barcelona es una forma de tener un gesto con la ciudad que nos acogió en el 2005 para la salida de una edición que se dirigía a Senegal”. “El pasado dialoga a menudo con el presente y el futuro”, añadió Castera.
Y es que la presencia del Dakar en Barcelona supone un nuevo hito en una relación que empezó en 1989, cuando la capital catalana fue el final de la primera etapa del rally que empezaba en París. La antigua playa de la Zona Franca acogió una primera etapa especial antes del embarque de los vehículos en dirección a Túnez, camino de Dakar, la capital del Senegal. En el año 2005, Barcelona volvió a inscribir su nombre en la historia de la prueba, acogiendo la salida y siendo el inicio y final de una primera etapa que circuló íntegramente por territorio catalán. En aquella ocasión, en lugar de embarcar en Barcelona, la expedición continuó por tierra con una segunda etapa con final en Granada.