BARCELONA. Este importante aumento del tráfico de importación de automóviles en el Port de Barcelona se debe a la recuperación desde mediados de año de la capacidad en los servicios de barcos car carrier, combinado con un repunte de ventas en el mercado europeo de vehículos y su correspondiente llegada, en buena parte procedentes de China.
Por su parte, el tráfico total de contenedores sigue la tendencia de los últimos meses. El tráfico de contenedores llenos de importación y exportación, la cifra que refleja la salud de la economía del hinterland del Port de Barcelona, crece un 5,6%, principalmente por el incremento de las importaciones de países como China, Turquía, India, Vietnam o Bangladés y las exportaciones hacia Estados Unidos, Unión de los Emirates Árabes, México, Arabia Saudita, India o Corea del Sur, entre otros. Así, los contenedores de importación crecen un 6,2% mientras que los de exportación lo hacen un 5,2%.
Sin embargo, el volumen total de este tráfico registra un descenso del 5,1%. Como en los últimos meses, la caída se debe principalmente al descenso de los contenedores de tránsito (-15,5%), debido a los reajustes de las rutas marítimas de las principales navieras, que hace dos años incrementaron los tránsitos en el Port de Barcelona para adaptarse a la situación del crisis en el mar Rojo.
En esta línea, los graneles sólidos también retroceden, concretamente un 12,8%, a pesar del buen comportamiento de segmentos como los minerales no metálicos (+98%). El motivo, principalmente, es la caída en la exportación de sal común (-33%) y potasas (-23%), así como en el movimiento de cemento y clinker, que se reduce en casi un 30%.