BARCELONA. El beneficio neto de la compañía en el segundo trimestre se desplomó a 24 millones de dólares, una caída drástica en comparación con los 373 millones del mismo periodo de 2024. Los ingresos totales también sufrieron una reducción del 15%, situándose en 1.640 millones de dólares, mientras que el volumen transportado disminuyó un 6%, hasta los 895 mil TEU. Esta tendencia a la baja en los principales indicadores de negocio refleja la caída de las tarifas de flete promedio, que se redujeron un 12% interanual.
Pese a estos resultados, Eli Glickman, presidente y CEO de ZIM, destacó la capacidad de la empresa para adaptarse a las disrupciones del mercado. “Hemos continuado aprovechando nuestra mayor capacidad y nuestra estructura de costes mejorada. En este entorno altamente incierto, nuestro enfoque es controlar lo que podemos para posicionar a ZIM para un crecimiento sostenible y rentable a largo plazo”, afirmó.
A pesar de los resultados del segundo trimestre, ZIM ha decidido revisar al alza el punto medio de sus previsiones para el año completo. La compañía espera ahora un EBITDA ajustado de entre 1.800 y 2.200 millones de dólares, y un EBIT ajustado de entre 550 y 950 millones de dólares. Estas cifras demuestran la confianza de la dirección en la recuperación del mercado y en la capacidad de la empresa para generar valor a largo plazo.
Como muestra de esta confianza, el Consejo de Administración de ZIM ha declarado un dividendo en efectivo de 0,06 dólares por acción, lo que representa un 30% del ingreso neto del trimestre, recompensando a sus accionistas.