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Estibadores de los Puertos de Las Palmas colaboran con Movil Kitchen

Estibadores de los Puertos de Las Palmas colaboran con el proyecto Movil Kitchen promocionando sus actividades y siendo voluntarios del proyecto.

  • Última actualización
    27 marzo 2019 14:16

Movil Kitchen se gesta por el director de este proyecto, el cocinero Julio García, en junio del año 2016 al regresar de  dos voluntariados realizados en Grecia, en Lesvos (2015) y Katsikas (2016).

Durante los 75 días de voluntario, como cocinero, palpo la necesidad y el desamparo de los refugiados que llegaban a Grecia en todos los sentidos, pero sobretodo en la alimentación, tomando la decisión de poner en funcionamiento una cocina industrial móvil,  de gran capacidad de producción, instalada en el interior de un contenedor hig cube sobre una plataforma portacontenedores, remolcada por una cabeza tractora de camión. La cocina cumple normativa sanitaria europea vigente para la elaboración de alimentos.

Este proyecto inicial se complementó, recientemente, con el proyecto de una panadería de pan árabe, capaz de fabricar 2000 hobbes (pan árabe plano cocinado tradicionalmente en horno tandori).

En este punto destacar que Estibadores de Las Palmas ha colaborado "realizando aportaciones económicas para montar la panadería, se les consiguió la plancha sobre la que se instaló la cocina", detallan desde el sindicato.

Ofrecer más comidas

El objetivo del proyecto Móvil Kitchen es alcanzar al máximo de los refugiados más vulnerables que, en estos momentos, se encuentra en la isla de Lesbos. El objetivo principal será preparar comidas para las familias con mayor número de hijos pequeños, mujeres embarazadas, madres lactantes y bebes de menos de 12 meses. Se parten unas 200 raciones diarias, debido a la escases de medios económicos aunque la Móvil Kitchen es apta, y tiene capacidad, para cocinar hasta 2.000 raciones de emergencia por turno, o 1.000 raciones de comida caliente y equilibrada a máxima capacidad de producción acompañadas de pan árabe.

“El campamento de Moria, donde hacemos el reparto de nuestra comida, tiene una población de 7.500 personas estando acondicionado solo para 2.400. El hacinamiento, extremadamente grave, hace que las condiciones de salubridad e higiene sean deplorables y la comida y cena que reciben por parte del catering oficial del ejército sea insuficiente (solo unos 220 gramos ración de media) y basada principalmente en hidratos de carbono y precocinados de baja calidad en las carnes. Los lácteos y la fruta así como las verduras no forman parte de las raciones gubernamentales. El desayuno consiste en zumos con un 20% de contenido de fruta y mini croissant industrial de chocolate todos los días”, explican desde Movil Kitchen.

Por su parte, Movil Kitchen prepara sus raciones con pescado fresco adquirido en el puerto a buen precio y extraordinaria calidad, carne de pollo Halal certificado y frutas y verduras frescas adquiridas en el mercado central, con la salvaguarda de cocinar siempre una comida digna y caliente, nutritivamente completa y adaptándonos a los sabores y recetas del mundo árabe y africano.

“El proceso de selección de nuestros comensales no es fácil cuando se está entre tanta necesidad. Para ser lo más equitativos posibles, seleccionamos a los candidatos, en el interior del campamento, con la ayuda de nuestros voluntarios refugiados. Cada día realizamos comida para gente de nacionalidad diferente. De esta manera un día preparamos comida para afganos, otro para kurdos, otro para sirios, otro para africanos, etc.”, detalla la ONG que se financia, fundamentalmente, de donaciones de  particulares, y de las recaudaciones de diferentes ONGs y otras plataformas en España que realizan eventos solidarios con el fin de apoyar este proyecto.

Sin olvidar la integración

Por otro lado, este proyecto no deja de lado los aspectos de la  integración de estas personas en la sociedad europea, ofreciéndoles a ocho de ellos la oportunidad de formarse en los trabajos de cocina de gran capacidad (catering), panadería y pastelería; y facilitándoles el acceso también a clases de inglés y griego, en colaboración con otras ONGs dedicadas a la educación, así como la obtención del carnet oficial de manipulador de alimentos.

“Estos voluntarios refugiados trabajan con nosotros 48 horas semanales y a cambio les compensamos con una ayuda económica semanal de 50 euros y la comida, estando entre uno de nuestros principales objetivos el poder proporcionarles también una vivienda para no tener que volver cada día al horror que es la vida en el campamento de Moria”, subrayan.

Por todo esto, la ONG busca la ayuda económica de la comunidad logístico-portuaria, “dado que dependiendo de la financiación podremos atender a más o a menos refugiados”.

Para bajar al detalle, la ONG presenta una estimación de costes que indica  pormenorizadamente sus gastos mensuales a pleno rendimiento (500 raciones diarias y pago por ayuda a seis voluntarios) que incluyen: partida  de alimentos frescos (8.000 euros), para alquileres de local y vivienda para refugiados (3.200 euros), nómina del coordinador (3.000 euros), consumibles -gas, electricidad, contenedores de comida, gasolina- (4.800 euros) y gastos de gestión (1.000 euros). 

La ayuda solicitada para Movil Kitchen asciende a los 20.000 euros.

La cocina cumple normativa sanitaria europea vigente para la elaboración de alimentos. Este proyecto inicial se complementó, recientemente, con el proyecto de una panadería de pan árabe.