En total los puertos españoles movieron el año pasado 564,61 millones de toneladas, lo que frente a los 563,55 millones de 2018 representa un crecimiento de tan sólo el 0,19%.
La principal causa de estos discretos resultados está en los graneles sólidos, que retrocedieron un 11,13%, caída compensada con el crecimiento de otras partidas relevantes.
Los graneles líquidos crecieron un 3,5%, la mercancía general un 2,49% y el tráfico ro-ro un 3,8%.
El tráfico total de contenedores tuvo un comportamiento bastante errático, a la baja en el último tramo del año, limitando su crecimiento al 1,53%.