La huelga de la estiba en el Puerto de Bilbao cumplió el viernes 15 jornadas de paros, de las cuales 12 han sido de 24 horas, provocando la casi total paralización de la actividad portuaria y llevando al límite la paciencia de los usuarios del enclave vizcaíno, que han mostrado su hartazgo ante una situación que está provocando importantes pérdidas económicas entre la amplia base de empresas que dependen, de una u otra manera, de un servicio de estiba normalizado y eficiente.
La posibilidad de resolución del conflicto se diluía a poco más de 48 horas para la finalización del primer período de huelga. Foto J.P. Desde este hartazgo con la huelga que mantienen los estibadores desde el 9 de octubre, diversos directivos de empresas usuarias y clientes del Puerto de Bilbao han criticado con dureza tanto la “inacción” de la AP de Bilbao como de las instituciones públicas, especialmente el Gobierno Vasco, ante una situación que califican de “insostenible”.
A pesar de situar a los estibadores en la diana de sus críticas y de atribuirles la responsabilidad de la “caótica” situación que vive el puerto, dichos colectivos han hecho saber también a Diario del Puerto su indefensión ante la tardanza que están mostrando las instituciones públicas en tomar posiciones en un conflicto cuyas consecuencias superan ampliamente los límites del Puerto de Bilbao y que se extienden a su amplia área de influencia.
Al cierre de esta edición, el silencio imperaba entre los responsables del Gobierno Vasco más directamente concernidos, como Arantxa Tapia, titular del Departamento de Desarrollo Económico al que está adscrito la Dirección de Puertos y Asuntos Marítimos, y quien tiene la prerrogativa de designar al presidente de las APs de Bilbao y Pasaia. Tampoco desde la consejería de Transportes de Iñaki Arriola, ni de la de Trabajo y Empleo de Idoia Mendia, se había producido ninguna reacción.
Por otra parte, la Inspección de Trabajo, según pudo saber este Diario por fuentes sindicales, se personó el viernes en la sede de Bilboestiba para comprobar el cumplimiento tanto de los servicios mínimos como de las tareas complementarias.
Entre los colectivos directamente afectados, significativas navieras y consignatarias han lamentado verse obligados a desviar tráficos a puertos limítrofes ante la imposibilidad de cumplir sus compromisos con los clientes, con barcos retenidos hasta cinco días en puerto. Se trata, como algún representante de estos colectivos manifestó, de “tráficos que ha costado mucho traer a Bilbao y que seguramente ya no vuelvan ante la incertidumbre y la inseguridad”. Ademas, tales comentarios no tenían aún en cuenta la información que publicó el viernes la versión digital de este Diario sobre la nueva terminal de contenedores que Boluda construirá y explotará en el Puerto de Santander.
El conflicto de la estiba en Bilbao sitúa a sus protagonistas, y muy especialmente a los sindicatos, ante una responsabilidad histórica cuya gestión deben calibrar bien
RehenesEn este estado de parálisis, operativo e institucional, al cierre de esta edición en la tarde del pasado viernes, el conflicto había agotado su primera fase de forma traumática y sin atisbos de resolución a corto plazo, abonado por el silencio de trabajadores y empresas. Así las cosas, ante la falta de confirmación de una última propuesta sindical que pudiera propiciar una reanudación del diálogo, tal y como desde el comité de empresa se insinuó una día antes, la huelga se veía abocada a prolongarse durante el fin de semana y cumplir el preaviso.
Con la fecha de este lunes 26 de octubre como inicio de un nuevo calendario de paros, en esta ocasión del 50% por cada turno, hasta el 9 de noviembre, el conflicto de la estiba en Bilbao sitúa a sus protagonistas, y muy especialmente a los sindicatos de estibadores, ante una responsabilidad histórica cuya gestión deberán calibrar bien por las graves consecuencias que una huelga prolongada puede seguir teniendo en el futuro del Puerto de Bilbao.
Entretanto, sus usuarios y clientes permanecen a la espera y demandan una pronta solución de un conflicto del que se sienten “rehenes” y que les está suponiendo un perjuicio económico especialmente gravoso en un momento como el actual.
Unos 300 camiones en dos localizaciones diferentes esperaban el viernes acceder a la terminal de contenedores. Foto J.P. Transportistas: ¡Basta ya!Los transportistas portuarios están sufriendo de manera especialmente acusada los efectos de la huelga de estibadores, tanto en la merma de sus ingresos, especialmente en el caso de los autónomos, como en sus precarias condiciones de trabajo, según pudo comprobar Diario del Puerto el pasado viernes. Alrededor de 300 camiones esperaban a media mañana su ingreso en la terminal de contenedores para descargar su mercancía, en una espera que en algunos casos ha llegado a ser de dos días, según declararon varios de estos profesionales.
Las largas colas de camiones se repartían entre el acceso a la terminal de CSP Iberian Bilbao Terminal y la vasta superficie ganada al mar con la construcción del Espigón Central, a unos dos kilómetros de distancia, donde centenares de camiones aguardaban el momento para iniciar su aproximación a la terminal de contenedores.
En conversación con varios de estos transportistas, algunos reconocieron haber dormido en la cabina ante la imposibilidad de descargar el día anterior y denunciaron las precarias condiciones en las que deben hacer frente a las largas esperas, sin aseos ni otro tipo de servicios. Preguntados sobre la huelga de estibadores, coincidieron también en exigir su final. “Estamos perdiendo dinero por su culpa, mientras ellos ganan 6.000 euros al mes”, denunciaron algunos.