A.P. Moller-Maersk ha puesto en marcha un programa de gran alcance para modernizar unos 200 buques de su flota en régimen de time-charter, en colaboración con 50 armadores con el doble objetivo de reducir los costes operativos por slot y avanzar en la descarbonización mediante mejoras en la eficiencia energética y el aumento de la capacidad de carga.
La iniciativa se enmarca en la estrategia de Maersk de reducir en un 35% sus emisiones directas de gases de efecto invernadero (alcance 1) para 2030 respecto a los niveles de 2022, y alcanzar la neutralidad climática en 2040.
Según Ahmed Hassan, responsable de Estrategia de Activos y Alianzas Estratégicas de Maersk, las inversiones en tecnologías de eficiencia de la flota existente son una “herramienta clave para lograr avances inmediatos”.
Hasta ahora se han ejecutado más de 1.500 proyectos de modernización, con otros 1.000 en curso hasta 2027. Los costes se comparten entre Maersk y los armadores, en un modelo que la compañía define como “win-win”: reducción de consumo y emisiones para el operador y revalorización de los buques para los propietarios.
Principales actuaciones
Las principales actuaciones incluyen la sustitución de hélices y bulbos de proa, optimizados para las actuales velocidades de navegación, así como la incorporación de sistemas de recuperación de calor de motores auxiliares, generadores de eje y mejoras estructurales para incrementar la capacidad de carga.
Estas modificaciones abarcan desde la elevación de puentes de mando y refuerzo de estructuras para mayor calado, hasta la modernización de sistemas de trincaje y software de carga.
Con este plan, Maersk busca no solo reducir costes y emisiones, sino también mantener la competitividad de su flota fletada en un contexto de transición energética y creciente presión regulatoria.