La naviera danesa sigue de cerca la evolución constante de la situación del conflicto y de las decisiones de los gobiernos con relación a nuevas sanciones contra Rusia, así como los ajustes en las restricciones ya aplicadas. A la luz de todo ello, Maersk ve ahora “la clara necesidad de establecer nuevas formas de aceptar y gestionar reservas, así como de revisar los procesos actualmente existentes”.
Maersk ha comenzado también a comprobar los efectos del conflicto en los flujos de la cadena de suministro global, en referencia a “demoras y detención de la carga por parte de las autoridades aduaneras en varios centros de transbordo, lo que en general genera impactos operativos impredecibles”.
Dado que la estabilidad y la seguridad de las operaciones de Maersk ya se están viendo afectadas directa e indirectamente por las sanciones, las nuevas reservas de Maersk en transporte marítimo, aéreo y ferroviario intercontinental hacia y desde Rusia se suspenderán temporalmente, con la excepción de alimentos, suministros médicos y humanitarios.
Con esta medida, Maersk desea reforzar su apuesta por la responsabilidad social y su esfuerzo “por apoyar a la sociedad”, a pesar de todas las complicaciones e incertidumbres en la cadena de suministro actual con destino u origen Rusia.