BARCELONA. La Unión por el Mediterráneo (UfM) junto a MEDPorts, han presentado el “Estudio sobre los modelos de gobernanza de los puertos Mediterráneos”, donde se recoge y se comparan los diferentes modelos y organización de los puertos miembros de MEDPorts. El documento ofrece una radiografía precisa de cómo se gobiernan, financian y gestionan los puertos de la región, marcada por un equilibrio complejo: regulación y planificación en manos públicas, pero operaciones cada vez más dominadas por actores privados.
Durante la presentación, el presidente de Port de Barcelona, José Alberto Carbonell, ha asegurado que Barcelona tiene un papel clave en el Mediterráneo y que una muestra de ello es que el estudio se haya presentado en la capital catalana. Según Carbonell, “la colaboración entre los puertos mediterráneos es esencial para superar los retos globales”, y los modelos portuarios deben avanzar en esta dirección.
Dhouha Najjar, secretaria general adjunta interina de Transporte y Desarrollo Urbano del Secretariado de la UfM, ha resaltado la importancia de la gobernanza portuaria, afirmando que “afecta a la toma de decisiones de los gobiernos y a las estrategias de inversión”.
El informe, que ha sido desgranado por Sergi Sauri, director de CENIT, confirma que la administración mantiene un papel central en la definición de objetivos, políticas comerciales y programas financieros en la mayoria de los puertos mediterráneos. En los puertos, los Highest Competent Body (HCB), se ven limitados por los marcos legislativos nacionales. El estudio muestra que la ejecución diaria de la actividad portuaria se apoya en un modelo ampliamente extendido: “el landlord”, predominante en prácticamente todos los países analizados. En él, las autoridades portuarias planifican y desarrollan la infraestructura, mientras la operación de terminales y servicios queda en manos privadas mediante concesiones a largo plazo.
Este equilibrio público-privado se refleja también en otros ámbitos portuarios. En la gran mayoría de ámbitos, predomina un enfoque mixto que combina la búsqueda del interés general con objetivos de eficiencia y rentabilidad, especialmente en aquellos puertos con mayor volumen de tráfico y mayor participación privada. La propiedad de las infraestructuras es mayoritariamente pública, pero la del suelo portuario se reparte de forma casi equitativa entre las administraciones y los propios organismos gestores, un factor que, según el estudio, influye directamente en la autonomía de cada PMB.
La planificación estratégica dentro de los planes directores o los presupuestos es habitual en la mayoría, mientras que otros ámbitos cómo la energía y sostenibilidad no tienen un avance igual entre las diferentes autoridades portuarias. Aunque muchos puertos ya participan como inversores o facilitadores de proyectos energéticos y desarrollan funciones ambientales de seguimiento y reporte, estas áreas aún no tienen un peso estratégico comparable al de las funciones tradicionales: integración logística, accesibilidad, almacenamiento o atención al pasajero.
El estudio concluye que no existe un modelo único de gobernanza portuaria entre los miembros de MEDPorts, pero sí una tendencia común: más regulación y control público, más operaciones privadas y una transición aún incipiente hacia funciones energéticas y ambientales que marcarán el futuro de la región.