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Net-Zero Framework (NZF), un paso trascendental

  • Última actualización
    18 septiembre 2025 14:00

El transporte marítimo vive un momento clave tras la aprobación en abril por la OMI del Net-Zero Framework (NZF) y su previsible adopción formal en octubre, dando así un paso trascendental hacia la descarbonización de la industria marítima. Este marco regulatorio supone la primera iniciativa global que introduce un sistema de precios para las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), acompañado de requisitos técnicos vinculados a la intensidad de emisiones de los combustibles utilizados en los buques.

“El NZF cambiará radicalmente las decisiones de inversión y operación, pero aún requiere directrices claras en certificación, cálculo de intensidad y mecanismos de incentivos”, dice DNV

NZF y ETS

El NZF se inscribe en la estrategia más amplia de la OMI, aprobada en 2023, que propone reducir un 20% las emisiones en 2030; un 40% en 2040 (respecto a 2008) y alcanzar la neutralidad climática “en torno a 2050”. Todo un reto, ya que el transporte marítimo representa entre un 2% y un 3% de las emisiones globales de CO₂, y es un elemento indispensable para el comercio internacional.

El NZF introduce un indicador de intensidad de combustible (GFI, Greenhouse Gas Fuel Intensity) medido en gramos de CO₂ equivalente por megajulio (gCO₂eq/MJ) de energía consumida a bordo, sobre base de ciclo de vida completo (well-to-wake). Este indicador será progresivamente más exigente a partir de 2028.

El NZF se asemeja en varios aspectos al FuelEU Maritime y al Sistema Europeo de Comercio de Emisiones (ETS), pero existen diferencias clave. Por una parte, los factores de emisión de referencia no son idénticos. Por otra, la penalización de FuelEU es mayor (650 €/tCO₂) frente a los 320 € del NZF. Además, en algunos casos, los buques necesitarán más biocombustibles bajo el NZF que bajo FuelEU para cumplir las metas, lo que implica que las navieras que operan en rutas europeas deberán cumplir con un doble marco normativo, con mayores costes y complejidad administrativa. Para DNV, el NZF “cambiará radicalmente las decisiones de inversión y operación, pero aún requiere directrices claras en certificación, cálculo de intensidad y mecanismos de incentivos”.