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“Nos preocupa la falta de interlocución del colectivo desde la llegada del nuevo Comité de Empresa”

La estiba del Puerto de Valencia tiene por delante dos grandes de retos a los que hacer frente en los próximos tiempos. Por un lado, la renovación del Convenio Colectivo local, supeditado a la firma del V Acuerdo Marc, Y, por otro, a largo plazo, la puesta en marcha de la Terminal Norte, que va a suponer un punto de inflexión para los trabajadores portuarios con el debate de la automatización y la robotización de fondo.

  • Última actualización
    10 agosto 2020 18:04

Ante este escenario, Diario del Puerto ha hablado con Rafael Egea y Óscar Martínez, representantes de Coordinadora en el puerto de Valencia. En las últimas elecciones sindicales, Coordinadora logró 11 de los 23 puestos que componen el Comité de Empresa del Centro Portuario de Empleo de Valencia, quedándose a unos 20 votos de lograr el puesto que hubiera mantenido su mayoría. Perdió la mayoría y, por tanto, la presidencia, tras el pacto entre el resto de fuerzas sindicales.

A ambos les preocupa, ante esos retos que se presentan en los próximos tiempos, “la falta de interlocución del colectivo desde la llegada del nuevo Comité de Empresa”, una situación que “puede repercutir en la unidad que los estibadores siempre hemos tenido ante los ataques a nuestra profesión”.

 

Estabilidad

Ante la importancia de esos retos, Coordinadora Valencia no descarta que pueda haber cambios en el actual Comité de Empresa, aunque por el momento “la intención es llegar a enero de 2023”, cuando deberían celebrarse unas nuevas elecciones para la renovación de la composición del órgano sindical. “El balance que hacemos de este año y medio es nefasto”, reconocen Egea y Martínez. “Ahora estamos en una parálisis total, no solo por el Covid-19, sino porque este Comité no logra tener una interlocución fluida con las empresas”, aseguran. En estos momentos, “tienen que ponerse de acuerdo cuatro sindicatos diferentes para todo”, algo que “no juega a favor de la estabilidad”.

Ahora estamos en una parálisis total, no solo por el Covid-19, sino porque este Comité no logra tener una interlocución fluida con las empresas"

El colectivo de estibadores del puerto de Valencia ya se está dando cuenta de la manera de funcionar del actual Comité de Empresa"

“Por encima de los puestos están los derechos del colectivo”, afirman. “Esa relación con las empresas que demandamos no significa ceder siempre”, matizan, “significa poder mantener una negociación siempre que la situación lo requiera”. El Comité de Empresa “tiene la obligación de estar sentado con las empresas para buscar soluciones con el objetivo de que todo funcione con una mayor eficiencia y así nosotros podamos tener más trabajo”.

Según los representantes de Coordinadora, “el colectivo ya se está dando cuenta de la manera de funcionar del actual Comité, que también se percata de que estar mandando desgasta”. 

Así y todo, tanto Egea como Martínez no dudan en que “los trabajadores portuarios, hoy en día, tienen claro la importancia de la unidad”. De hecho, “nosotros hemos refrendado algunas decisiones en aras de mantener esa unidad”. 

RETO 1: CONVENIO COLECTIVO

“Debemos defender este Convenio Colectivo de Valencia, es nuestra garantía de futuro"

Para Coordinadora Valencia “es vital la firma del V Acuerdo Marco”, en cuanto que va a suponer un paso de gigante para que la renovación del Convenio Colectivo local, que perdió su vigencia en 1995, pueda ver la luz.

“Tenemos ya un convenio pactado con las empresas que está sometido a referéndum, una votación que salió adelante por unos 800 votos favorables frente a 300 en contra”, aseguran Egea y Martínez. “Hay que defender ese convenio, es nuestra garantía de futuro”, aseveran, y recuerdan que “está firmado por todos los sindicatos del Comité de Empresa menos por CCOO”. 

“En ese momento, mantuvimos reuniones periódicas con el colectivo para que tuviera toda la información y no estuviera condicionado”, aseguran. “Fue un ejercicio de responsabilidad asamblearia ejemplar, de las cosas de las que más orgullosos tenemos que estar como Coordinadora”.

Por eso, para Coordinadora Valencia es esencia defenderlo. “Y en este momento, eso es complicado al tener al frente del Comité de Empresa a una persona que no firma este convenio ni ningún tipo de acuerdo”, denuncian.

Tal y como aseguran los representantes de Coordinadora en Valencia, queda adaptarlo al V Acuerdo Marco. El acuerdo “es suficientemente flexible para ir introduciendo cláusulas de automatización y cambios de sistemas en las terminales”. 

Los estibadores piensan en el futuro. “Tenemos al frente del Comité de Empresa a una persona que no firma este convenio ni ningún tipo de acuerdo”

La nueva terminal en la zona norte del puerto de Valencia, el segundo de los retos del colectivo.

RETO 2: TERMINAL NORTE

"La intención de TiL es contar con el colectivo y formarlos en los nuevos sistemas de trabajo"

La inminente adjudicación de la Terminal Norte en el puerto de Valencia será un punto de inflexión en todo el proceso de crecimiento del recinto. Durante el proceso de alegaciones al proyecto, Coordinadora Valencia advirtió de la pérdida de 500 empleos en el sector de la estiba una vez se ponga en marcha.

“Cuando hablamos de automatización, hablamos de la eliminación del trabajador, de la sustitución por máquinas. Hoy por hoy, no somos proautomatización, aunque es pronto para profundizar en este tema porque la tecnología avanza de una manera muy rápida”, afirman. “El problema es encontrar el equilibrio”, reconocen los representantes sindicales.

Para el sindicato, “en realidad de lo que se está hablando aquí es de robotización”. Inicialmente, “no estamos en contra de que haya elementos electrónicos o informáticos que ayuden o faciliten el trabajo, la evolución va en ese sentido”. Ahora, ambos puntualizan que “cuando se sustituye la mano de obra por algo que no pide nada a cambio, hablamos de robotización, y eso es algo que no nos gusta”. 

“Quien tenga la concesión será quien decida el grado de automatización”, aseguran. “Lo que sí vamos a hacer es sentarnos, negociar y defender nuestros puestos de trabajo dentro de nuestros ámbitos”. 

Aunque la automatización es una transformación del sector que va a incidir en la eliminación de puestos de trabajo tal y como se conocen al día de hoy, puede generar nuevos puestos de trabajo a través de la formación. “Ahí es donde vamos a estar, en adaptarnos y ver las nuevas necesidades de esa nueva situación”.

“Cuando llegue el momento estaremos en disposición de sentarnos a negociar, no vamos a entrar en un conflicto siempre que no nos aparten de nuestros puestos de trabajo”

Tanto Rafael Egea como Óscar Martínez hacen hincapié en que “la APV le pide a MSC que mantenga los tráficos actuales”, algo que “nos hace pensar que no ha habido una mayor exigencia a MSC. Si para esos tráficos necesito 14 estibadores por equipo de trabajo, y en la nueva terminal se reducen, ya tenemos los empleos que se destruirán”.

El grado de automatización también preocupa a Coordinadora Valencia: “aunque se habla de semiautomatización, las exigencias van dirigidas a la automatización total”, algo que va a repercutir en todo el entorno portuario. 

La semiautomatización permite “una transformación más paulatina” de todo el puerto y competir con Algeciras o Barcelona. Con una automatización total, “el resto de terminales van a reducir costes para poder competir con la nueva terminal”. Además, hay que tener en cuenta que, al ser una terminal pública, puede “coger” cualquier tráfico.

Con una automatización total, “el resto de terminales va a reducir costes para poder competir con la nueva”

“Como trabajadores, preferimos una terminal convencional o una semiautomática. Como estibadores del puerto de Valencia, queremos que la terminal esté en Valencia, porque va a generar volumen y mayores tráficos. Sentarse a negociar e intentar llegar a un acuerdo en un escenario de automatización es un problema menor comparado con no tener aquí los contenedores”, reconocen.

TiL ya ha comenzado a reunirse con el Comité de Empresa para intentar llegar a un acuerdo en la composición de los equipos de trabajo. “Pero ahora es imposible cuando esa terminal se va a poner en marcha dentro de seis u ocho años”, afirman, debido a los cambios que tradicionalmente experimenta el sector de la estiba. “Cuando llegue el momento estaremos en disposición de sentarnos a negociar, no vamos a entrar en un conflicto siempre que no nos aparten de nuestros puestos de trabajo”. Con todo, ambos confirman que “la intención de TiL es contar con el colectivo y formarlos en los nuevos sistemas de trabajo”. 

“Somos conscientes, además, de que lo que negociemos aquí servirá para el resto de puertos. Todo lo que hablamos con TiL es como trabajadores del CPE, no vamos a negociar sólo con una empresa para ser trabajadores de esa empresa, debemos defender el concepto de CPE”, afirman.

“Cuando se sustituye la mano de obra por algo que no pide nada a cambio, hablamos de robotización, y eso es algo que no nos gusta”

Covid-19, una desescalada demasiado rápidaLos últimos meses han sido de los más complicados en toda la carrera profesional de los representantes de Coordinadora Valencia. La explosión de la pandemia y su calificación como sector esencial les hizo estar al pie del cañón en las semanas más duras.

“Nos pilló a todos por sorpresa”, recuerdan, y denuncian que hubo al principio “falta de coordinación”. “No se nos consultó en ningún momento para lograr una mayor coordinación, sobre todo a la hora de definir qué mercancías eran necesarias y cuáles no”. Así, los delegados de prevención de toda España de Coordinadora estuvieron en contacto tanto entre ellos como con los gerentes de los CPEs de toda España, y ponen en valor “la predisposición de las empresas” y, sobre todo, “del colectivo por su implicación a la hora de mantener abastecida a la población”.

Sin embargo, en plena desescalada, recelan de la velocidad en la que se está intentando volver a la normalidad, “sobre todo con los rebrotes que está habiendo”. En las últimas semanas han pulsado la situación en varios puertos: “En Algeciras o Barcelona mantienen alguna de las medidas de prevención, aunque hay una disparidad total en la vuelta a la normalidad, cada puerto, según sus necesidades, está gestionando su situación como cree que debe hacerlo”.

También son conscientes de que, a partir de ahora, “deberemos acostumbrarnos a trabajar con mascarillas cuando subamos a bordo de un buque, y también en incidir en las medidas de higiene”. 

“Queremos subrayar la predisposición de las empresas a nivel general y, sobre todo, del colectivo por su implicación a la hora de mantener abastecida a la población”

Tráficos

Desde marzo, los tráficos de mercancías se han resentido. Durante estos meses, las navieras han ido concentrando sus volúmenes en los puertos más importantes y en buques más grandes reducir sus pérdidas. Puertos grandes como Valencia, Algeciras o Barcelona han sufrido menos esas pérdidas. “Es el naviero quien lo decide todo”, afirman.

Sin embargo, ambos aseguran que las empresas no han aprovechado esta coyuntura para introducir cambios en los equipos de trabajo. “Desde el principio ha habido buena fe. En Valencia no ha habido nadie que se quiera aprovechar de esta situación. De momento no estamos en niveles de pérdidas para plantear ERTEs”.

“En junio y julio hemos aumentando nuestra carga de trabajo, tanto por la recuperación paulatina de los tráficos como por la menor disponibilidad de estibadores por las vacaciones. En estas situaciones nos preocupaban los trabajadores eventuales, que son los que más padecen estas reducciones de los tráficos”, aseguran.

A pesar de la caída de tráficos, “en Valencia no estamos en niveles de pérdidas para plantear ERTEs”