El Port de Tarragona cerró 2020 con un descenso en el tráfico total de mercancías del 19,3%, respecto al 2019, motivado por la pandemia del COVID-19 y otras dificultades que el Port tuvo que superar como el cierre del puerto una semana por el temporal Gloria, la parada del polígono químico por el accidente de IQOxe, la parada técnica de un mes de Repsol, la desaparición del tráfico de carbón y una cosecha de cereales récord que retardó las importaciones. Sin embargo, hay que destacar que la reducción fue inferior a la que había previsto la Autoridad Portuaria.
Por su parte, los graneles líquidos registraron un descenso del 13,6%, marcado sobre todo por la bajada del crudo de petróleo, y los sólidos bajaron un 33,3% debido, principalmente, a la disminución del tráfico de carbón y coque por el cambio de estrategia europea para contribuir a la lucha contra el cambio climático para reducir las emisiones de CO2. El tráfico de contenedores siguió siendo una asignatura pendiente para el Port, manteniéndose en cifras similares a las del año anterior, con 43.787 TEUs. Asimismo, el tráfico de la pasta de papel obtuvo resultados similares a 2019 y el tráfico de animales vivos pasó de las 239.182 cabezas de ganado, a las 292.617 en el último año.
El objetivo de este año es, por lo tanto, la recuperación de tráficos.