Avilés vivió el pasado septiembre un conflicto laboral en la estiba con el plan de las empresas que componen el CPE de disolver el mismo como detonante, lo que encontró la respuesta de los estibadores en forma de huelga.
Tras varias jornadas de paros, los estibadores, representados por el Sindicato de Estibadores del Principado de Asturias (SEPRA), marca local de Coordinadora, alcanzaron el 18 de dicho mes un acuerdo con las cinco empresas del CPE y aprobaron las medidas de flexibilización laboral y un plan para aumentar la plantilla de 32 fijos hasta 46.
Las medidas acordadas incluían una flexibilización laboral con respecto a las categorías y la organización, además de una nueva tabla salarial. La parte empresarial aceptó los planteamientos en cuanto a consolidación y aumento de la plantilla fija de la estiba en el puerto asturiano. El compromiso garantizaba la estabilidad laboral e incorporaba como fijos a diez trabajadores de la bolsa de eventuales.