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Port de Barcelona mejora la protección del medio marino con nuevos sistemas contra vertidos

  • Última actualización
    15 octubre 2025 10:15

Los nuevos dispositivos se han instalado durante el primer semestre de 2025 y ya están plenamente operativos. Las nuevas barreras son más rápidas de desplegar y permiten duplicar la capacidad del material anticontaminación en caso de accidente.

BARCELONA. Port de Barcelona ha renovado y ampliado los sistemas destinados a controlar y limpiar vertidos contaminantes en las aguas portuarias, incrementando su capacidad y mejorando la operativa de despliegue. Los nuevos dispositivos se han instalado durante el primer semestre de 2025 y ya están plenamente operativos.

Los sistemas han sido fabricados por la empresa Markleen y han tenido un coste de 230.000 euros. Están compuestos por cuatro contenedores con barreras, uno más que los anteriores, ya que los antiguos sistemas se instalaron en el año 2000, cuando todavía no existía la Bocana Sur. Tres de los nuevos contenedores son fijos y están destinados a contener vertidos en el interior del puerto, mientras que el cuarto es un modelo embarcable para controlar vertidos en aguas abiertas.

Dos de los equipos fijos se han ubicado en las bocanas y el tercero en el muelle de Lepant, cerca del muelle de la Energía. Este último, además, cuenta con un equipo para recoger diferentes tipos de hidrocarburos, con las correspondientes bombas y un depósito de montaje rápido de 15 metros cúbicos para almacenarlos de forma segura. El contenedor embarcable, equipado con 100 metros de barrera para gestionar vertidos en aguas abiertas, se encuentra en la base de los Remolcadores, uno de los servicios portuarios clave en situaciones de emergencia, como sería un vertido contaminante.

Las nuevas barreras suponen una mejora sustancial respecto a las anteriores. La principal novedad es la incorporación de un motor integrado en cada contenedor para agilizar el despliegue, además de la ampliación de su longitud total —de 210 metros a 225— y su altura, que pasa de 750 milímetros a 1.100, alcanzando los 1.250 milímetros en su versión para aguas abiertas. En conjunto, esto supone casi duplicar la longitud de las barreras disponibles, hasta un total de 775 metros. Además, las antiguas se han almacenado y preparado para su uso en caso de emergencia, disponiendo así de 400 metros adicionales si fuese necesario.

Desde el Departamento de Sostenibilidad Ambiental y Transición Energética del Port de Barcelona, el responsable de Medio Marino, Javier Romo, ha destacado que “los nuevos sistemas representan un salto cualitativo importante en la protección del medio marino del Port de Barcelona. No solo duplicamos la capacidad de las barreras, sino que ahora son mucho más ágiles de desplegar y, en caso de necesidad, nos permitirán controlar vertidos de forma mucho más eficiente”.