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Port de Tarragona mejora el atraque de los barcos con la instalación de un "innovador bolardo"

El Port de Tarragona ha instalado un innovador bolardo enterrado para mejorar el atraque de barcos en el muelle de Cantabria. Esta novedad responde a la necesidad de mejorar el amarre con un nuevo sistema en la zona de la rampa Ro-Ro que utiliza los fast ferry que conecta semanalmente el Port de Tarragona con Turquía, pero también se podrá utilizar para car-carries que lo requieran.

  • Última actualización
    13 agosto 2021 15:35

La instalación de un bolardo enterrado tiene como objetivo poder compatibilizar el espacio del muelle con otras operativas cuando no haya el barco Ro-Ro atracado. Esta solución encontrada por los técnicos en infraestructuras del Port de Tarragona permite que la cubierta del bolardo se levante cada vez que sea necesaria su utilización por la empresa terminalista encargada de las operativas Ro-Ro en el muelle de Cantabria, y que sea invisible cuando éste no sea necesario.

Esta iniciativa forma parte del servicio orientado al cliente que el Port de Tarragona ofrece con el fin de atraer nuevos tráficos en sus muelles. La directora de Desarrollo y Negocio del Puerto Tarragona, Genoveva Climent, ha querido destacar que este nuevo bolardo "es un ejemplo tangible del servicio a medida y de proximidad que damos en el puerto, en este caso, para mejorar la eficacia y la seguridad de las operativas".

El Puerto Tarragona instala un innovador bolardo para mejorar el atraque de barcos.

Excelentes conexiones

La instalación del bolardo ha sido una solución implantada a raíz de la entrada del servicio regular entre Tarragona e Izmir. Un servicio que en pocos meses se ha consolidado e, incluso, ha ampliado su radio de acción. 

Recientemente, el Port Tarragona ha extendido la ruta Ro-Ro con Turquía hasta el centro de la península en tren.

Se trata de un hito importante para el Port de Tarragona, ya que consigue así el primer servicio ferroviario regular de contenedores desde sus instalaciones. Una operativa semanal que une la terminal intermodal de La Boella, situada en el Port de Tarragona, hasta el Puerto Seco de Azuqueca de Henares (Madrid).

El tiempo en el movimiento de las mercancías desde que se descargan en el Port de Tarragona por vía marítima gracias a las rampas Ro-Ro, hasta que llegan a Madrid por vía férrea es muy competitivo, realizando todo el proceso en un total aproximado de 12 horas.

Apuesta por la conectividad

Esta conexión con Azuqueca de Henares confirma la apuesta del Port de Tarragona por la conectividad como nodo logístico con el centro de la península. Asimismo, abre la posibilidad de ampliar su actividad ofreciendo a los clientes del puerto nuevas oportunidades antes de la entrada en funcionamiento de la nueva Port Tarragona Terminal Guadalajara - Marchamalo.

La estrategia del enclave para potenciar el ferrocarril y la carga general ha permitido ampliar el radio de acción más allá de su hinterland actual. Han convertido destinos alejados y poco viables económicamente en rentables y atractivas para los clientes.

La entrada en funcionamiento del Corredor ferroviario del Mediterráneo en 2023 completará esta estrategia intermodal facilitando que la eficiencia de la operativa ferroviaria hacia el centro de la península se traslade también hacia los principales nodos logísticos del centro y norte de Europa.